sábado, 10 de febrero de 2024

dragón...

 ...de madera.



La llegada de la luna nueva nos regala la presencia celestial del bello Dragón Chino... cuya magia ancestral colma de bendiciones nuestra vida. Es un año lunar colmado de buenos augurios. Es un tiempo renacido en vuelo abierto hacia la feliz libertad y/o viceversa: la libre felicidad.

La majestuosidad de la madera es el signo de un ciclo que se cumple cada 60 años. 5 veces 12. 5 elementos. 5 dragones. Y una misma luna. Será una época de fortaleza. La fuerza que resulta de la sabia resistencia: sin dolor. A los cuatro vientos del mar se suman los festejos cuando las olas que surcan su faz lo reciben. Se entrega a los cielos para con justicia ver vencer a quienes sólo saben amar. Es así: que el amor triunfó. Y la verdad se coronó. Al amparo de la bondad del más luminoso Dragón. Gracias.

Grandes cambios acontecerán. Cuando el bien se impone como la única ley del universo: sólo con dulzura se abren los nuevos diálogos. El silencio es sinónimo de paz. Y la ternura: la llave de la empatía. Llegan las recompensas a nuestro trabajo, esfuerzo y dedicación. El compromiso es premiado y la lealtad alabada. Se recibe y se da al recibir. Con honestidad. Y respeto.

Por otra parte, se suman ya los días del año solar a este gran acontecimiento. Sin menoscabo alguno de la brújula astral que nos comulga en el planeta Tierra. Y se desdibuja la imagen del mundo. Las guerras ganan terreno. La inconformidad de quienes viven limitados de bienes y buena ventura por falta de medios económicos empieza a trazar la ruta de una nueva voz que clama por la vida. La violencia es noticia todos los días... las agendas mediáticas se angostan sin encontrar otro punto de referencia que la necesidad de audiencia: el escándalo sigue siendo la motivación de su inmediatez. Pocas veces las buenas noticias o la reconciliación. La preocupación por el cambio climático acapara los reflectores pero vemos que no vemos que los líderes mundiales sean loables de soluciones viables. La ciencia se entretiene queriendo conquistar el espacio, la materia, el origen del universo y materias similares que en poco cambian nuestra realidad o en nada nos garantizan una vida digna. El dinero se multiplica sin fin y con asimetrías innombrables. La política vive una época de decadencia. Las narrativas se agotan en tanto perennes, débiles y sin efecto en las grandes obras: aquellas capaces de cimentar un mejor mundo en el presente y para las generaciones subsecuentes. El caos se entrona como el sello que marca el acontecer de una edad media. ¿Será eso? ¿Acaso habitamos una nueva edad media sin percatarnos? La vida moral, pública y privada, la vida social, política y ciudadana, la ética... tres pilares rotos. No hay acuerdo en la legalidad, no hay consenso en la moralidad, no hay respeto ético. No hay comunidad. Los Estados frágiles y las poblaciones desamparadas. ¿Seremos capaces de un nuevo renacimiento iluminado? o si se quiere ¿un verdadero iluminismo renacido? ¿Habrá otros caminos certeros para la modernidad? o ¿Cuál es esta época instaurada en la tecnología y la inteligencia artificial en donde no hay lugar para la vida digna? Ojalá sepamos ser guiados por el Dragón de Madera para encontrar la luz renacida del nuevo Sol. De otro modo: será un año lleno de atroces noticias en donde sólo anida la desesperanza... para quienes se niegan a este mundo cambiar.



Y tú... ¿recibes las bondades del año lunar?



¡Feliz año Chino!
¡Bienvenido Dragón de Madera!
¡Gracias!

Gran sábado
mágicas tortugas.



pendant la étérnité


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