... invernal.
Sin fin parece un tiempo en el cual todo ocurre con lentitud. Así como inmóvil aparece todo aquello que es veloz. La consecución de un instante requiere alta velocidad. La demora se dilata en un espacio dentro del cual no hay movimiento. De aquí que nuestro mundo esté organizado de tal suerte que en él fracase todo lo que no transcurre instantáneamente. Y/o viceversa. Es decir, todo lo que es al instante también se diluye en la espera de todo lo que no se mueve. Sin embargo, tales giros vitales no pueden estar a merced de voluntad alguna y mucho menos predecirse. De tal suerte que si se trata de controlar la vida misma, se detiene en vez de manifestarse en su plenitud. Y una vida detenida se consume con la ilusión de una falaz percepción: de ahí el origen de todas las neurosis... La certeza de estar fuera del tiempo de la verdad e insistir en tener todas las respuestas. En tanto la verdad es la realidad misma y no hay otra respuesta que ajustar nuestro ciclo vital al ciclo natural. Y natural no es salvaje. Todo lo contrario. La barbarie es todo aquello que no se cumple con bondad en tanto no respeta el ciclo vital dado por lo real. Natural es armonía y paz. Buenos sentimientos y buenas obras. Humanidad es antónimo de agresión. Quien creyese que como seres humanos debemos ser rapaces: es un ciego cuyo ritmo vital está atrofiado y su mente ya no puede sentir con verdad... mucho menos pensar con principio de realidad. Y una idea sin principio de realidad: es el resquicio de toda locura. Pensar que amar con ternura y respeto (sin manipulación ni chantaje) es en contra de la naturaleza misma de nuestro ser... es estar muerto. Porque: "vivir es amar". Como concluyo en mi libro LA IMAGEN DE LA FELICIDAD.
Ahora bien, en el imaginario común sigue prevaleciendo que sin dolor no hay crecimiento o logro, que sin escasez no se valora la abundancia, etc. Ideas tan precarias y falsas que, sin embargo, contienen gran parte de los valores que sostienen nuestras culturas y nuestro modelo económico. De esto y mucho más sigo reflexionando para lograr nuevos libros. Por supuesto, al fin, muy pronto estará listo mi gran anhelo sobre descifrar el misterio que une el cerebro con la conciencia. Y mucho más. Nunca se sabe, quizás llegué el día en que mis letras me libren de los apuros financieros. Por de pronto, urgente es para mí un empleo. O cualquier ayuda económica que pueda recibir. Pero bueno, ya soy mayor, tengo 50 años y no es sencillo. Pareciese que no hay opciones de un trabajo. No basta mi CV. Y honestamente... no es menor mi mérito. Lo que más me entristece es pensar que si ésta es mi realidad, en un mundo que dice que la experiencia y el buen aprendizaje te garantizan un buen modo de subsistencia, es saber que la mayoría de las personas cuentan con menos herramientas de las que yo he podido albergar y que bueno, en conclusión: vivir en este mundo es más allá que difícil. Quienes gozan de la ilusión de que todo marcha sobre ruedas deben sentirse muy agradecidos pues han hecho real su imagen de la felicidad en un mundo cuyo principio de realidad prevalece en aras de la carencia. Lo cual es casi un milagro. Pues la condición de posibilidad actual es no contar con un modo de vida a la altura de los estándares en materia de derechos humanos. ¡Qué gran fracaso! ¡La era de la información es la cuna de la abolición humana! ¡Y qué gran triunfo para quienes sí gozan de una vida realizada financieramente!: son ejemplo y esperanza para los desprotegidos, como yo, quienes vivimos en la precariedad sin encontrar un sólo espacio laboral para desarrollar todo lo construido con nuestro propio esfuerzo.
Por otro lado, para mí, mujer optimista y siempre enamorada de la vida buena, nunca nada está perdido: estoy convencida de que siempre quedará un resquicio en donde la vida pueda expresarse con bondad mientras nos guste vivir. Y apreciemos en verdad el valor de la existencia humana. En tanto mi diagnóstico es que la barbarie gana los terrenos de la vida digna a toda velocidad, por alguna atrofia de quienes toman las decisiones fundamentales sobre el presente y el futuro de nuestra vida diaria, he decidido emprender los tiempos de campaña 2024 (México) tomando en cuenta está variable como el indicador de todas mis aproximaciones al acontecer nacional. Es decir, cuál de los candidatos presidenciales está más o menos apegado a la barbarie. Pues propuestas no tienen. E interés en un mejor país posible: tampoco. Apego por igual a la realización próspera de toda vida humana: sólo para llenarse la boca de buenos propósitos que sabemos no cumplen a cabalidad. No se diga: compromiso con la preservación de la vida no humana. Siempre regatean a la población en aras de sus propios intereses y prioridades. Tanto como castigan el medio ambiente en aras de la inversión financiera. Las personas no somos la prioridad de la política y eso nos coloca en una aporía frente a la boleta presidencial. Las elecciones locales suelen ser más justas y precisas, finalmente la ciudadanía que somos sí tenemos la medida cercana en cuanto a los resultados. Y la complejidad nacional no es posible abarcarla desde un aislado análisis... por lo que siendo una pobladora de Huitzilac, reservaré para mí lo que acontece en el territorio morelense. Lo visible y franqueable es el gran trofeo 2024 de la clase política mexicana: ¿quién será la persona que gobernará México a partir del primero de octubre? Y digo gran trofeo porque de acuerdo con el pulso de la mañana: las arcas están llenas. Entonces pareciese que lo que está en juego en esta elección es quién se queda con el botín. No quién es capaz de erradicar de nuestras vidas: la violencia y la precariedad económica. Pues quien se quede con el erario público lo usará para el enriquecimiento de unos cuantos. Tal y cual lo hace la 4T. Porque dan limosna y no ingresos justos para una vida igualmente digna y próspera para todos y cada uno de los ciudadanos. Todos actores políticos favorecen a los suyos y castigan a sus adversarios (imaginarios o reales): y en esto MORENA hizo lo mismo que se hizo en todos los sexenios previos. De migajas vive el pueblo de México, de ahí la rentabilidad de las remesas... parece el lema de toda la clase política: por igual. ¿Qué pasaría si nos cansásemos por primera vez de resistir contra viento y marea las dificultades por nosotros mismos y exigiésemos que el Estado Mexicano cumpla con todas sus obligaciones constitucionales? Las cuales ya están muy bien trazadas e incumplidas durante este sexenio, para no variar. De ahí que cualquier falaz reforma que se pretende es sólo politiquería de la cuarta para ganar la mayoría calificada en las cámaras. Andrés mintió. Para muestra: prometió que podía sacar a México de la pobreza sin necesidad de una sola reforma legislativa y/o constitucional. Hoy sabemos que todos mienten con total descaro. Cómo ejercer el voto en una democracia en la que los jugadores no cumplen las reglas, no saben perder y mienten bajo el presupuesto de que la población no es capaz de tomar sus propias decisiones con verdad, certeza y justicia. Y en esto los tres candidatos presidenciales son iguales. No tenemos hacia donde hacernos: al día de hoy. ¿Será que la campaña electoral podrá ponernos en otra perspectiva que no sea abstenernos de votar o anular nuestro voto ante la falta de alternativas? Abstenernos es difícil pues son muchos los cargos en juego y para defender la democracia debemos defender nuestro voto local, estatal y legislativo. ¿Qué hacer entonces con la boleta presidencial? ¿Romperla en cuatro y depositarla en la urna dentro un sobre? ¿Decorarla con creatividad y mandar un mensaje claro de que somos capaces de tomar nuestra vida en nuestras manos y sabemos cómo votar de motus propio y sin engaños? ¿Escribir el nombre de la persona idónea que cada quien considere hubiese sido una mejor opción? ¿Escribir nuestro propio nombre para dejar en actas que sabemos que cualquiera de nosotros tiene derecho de ser parte de la vida pública a pesar de que los partidos y la sociedad civil organizada nos discriminan? Lo que sea que decidamos.... que sea sin violencia y con amor. Otra muestra: Andrés prometió "amor y paz", no buscar venganza, no voltear la cara a las ofensas del pasado, así: unir y pacificar al país. Y no cumplió.
Sé que no avancé con los videos que anuncié el mes pasado, en aras de emprender nuevos diálogos llenos de magia de tortuga, una disculpa... pero el tratar de encontrar soluciones para mi situación económica me ocupa más de lo que quisiese. Estoy calentando motores con varias ideas y dedicada a mis letras como siempre. Trabajando... cual filósofa: entregada a mis pensamientos. Tomando aire y descanso... para estar lo más relajada que es posible: dada mi situación de falta de ingreso suficiente. No nos desanimemos queridas tortugas. Dios abrirá las ventanas que necesitamos para atravesar los muros a puerta cerrada que nuestros gobernantes han interpuesto entre nuestro trabajo y nuestros sueños: impidiendo que vivamos dignamente... sólo por capricho. ¿Qué pierden ellos si fuésemos todos igualmente ricos y felices?
Y tú... ¿ya sabes qué harás ante la boleta presidencial?
PD. La marcha del domingo es un misterio, parece que la convocatoria es VIP. Extraña forma de querer unir al país. Francamente... basta el lema para desistir de asistir.
PD. ¿Realmente replicar la mañanera es una estrategia exitosa de campaña: no pudieron pensar en un formato más amable de convivir con la candidata día a día? Es decir ¿otro formato de conferencia de prensa? ¿es una costumbre que piensa conservar en caso de llegar a ganar? Parece que no hay talento, creatividad ni innovación en la propuesta de enfrente.
PD. ¿Logrará MC posicionar a su candidato en redes? Parece que es su única aspiración para esta campaña.
PD. ¿Cómo atesorará Claudia su exceso de pleitesías con el más amplio espectro del imaginario público y político, nacional e internacional, para conformar voluntades? Una vez que sabemos que MORENA no cede e impone una agenda oculta a los electores: una vez que obtiene los votos.
Hasta mañana
mágicas tortugas...
que este fin de semana:
reciban regalos del cielo
y más allá.
pendant la étérnité
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