La filósofa de la Nueva Conciencia: buenos días...

jueves, 25 de junio de 2009

buenos días...

...

largas jornadas... en medio de un gran regalo de vida.

Y tú ¿qué música escuchas al despertar?

Hasta...

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aforismos de la tortuga mágica

La calma es la serenidad del cielo.
La complicidad... ése instante en donde el deseo juega con el placer.
El canto de las olas esconde el baile del mar.
Si te entregas, todo sucede.
Descubrir la joya que esconde la piedra es el arte de trazar nuestro propio destino.
Amar... el gozo de sorprendernos, deslumbrarnos, perdonarnos, aceptarnos, entregarnos...
El amor... ésa luz que nos colma.
El camino eterno de la luz... el brillo que renace con el beso soñado y acaricia el cielo.
La dicha plena es el abrazo compartido.
No hay otra promesa que la de un siempre nutrido de la certeza... de juntos despertar.
Sí... Sí a la vida... Sí al destino de amor que se entrelaza en el tiempo. Ésta es la única afirmación real.
Somos uno.
Los caminos se acrecientan cuando dos almas se consagran en un mismo corazón.
Bendito todo aquello que es libre.
Si Dios te regala sus dones, sólo goza.
La vida... ése suspiro que se alimenta de sueños.
Ser feliz es mucho más que sonreír y un poco menos que cantar.
El alma se colma de todo aquello que le es propio.
... ¡Gracias! ... .
El amor verdadero se entrega... colmado de melodías.
Un amor que se vuelve canción... es una obra maestra.
El abrazo de la verdad... no te suelta... sólo te acaricia y ama.
Azul de luna... el vestido del amor.
El baile del amor... es la orquesta mágica de los astros.
Tu tiempo feliz se cumple... cuando la vida se traduce en un dulce canto.
El amor brilla... ahí... en donde la oscuridad se hace más profunda.
Amamos lo oculto... porque sentimos su luz. Amamos su brillo... por el dolor que oculta.
Te amo.
La muerte nos regala... la magia de la resurrección en nuestro corazón.
Alguien con quien amar es alguien que quiera SER conmigo y HACER junto a mí...
Cuando dejas de dudar, sólo te queda: dulcemente amar.
Tu boca descubre el beso soñado, cuando alguien encuentra en ti el sabor de sus labios.
El abrazo que te hace feliz, es el abrazo que te impide partir.
Por amor... vale la pena cambiar de opinión.
La complicidad es frágil... un simple descuido la traiciona.
Quien renuncia a tu corazón, no te ama.
Quien reclama: sufre... por eso... merece escucha.
Quien olvida, lastima.
Quien espera, crece.
Quien perdona, ama.
Quien hiere, duele.
El egoísmo sólo engendra dolor.
La traición es mezquindad de vida.
Mientras más extrañas a tu amor, más se pierde de tu corazón.
Un corazón herido necesita un amor paciente que lo sepa abrazar.
Decir Te amo es estar libre de mentiras.
El amor no se renuncia, se entrega a plenitud.
Mientras te interrogues, tu verdad florecerá.
El destino no se renuncia ... se elige.
Las letras guardan sonrisas que la memoria olvida.
El riesgo no se calcula hasta que se vive.
La osadía no se presume ... arrebata.
La precaución dialoga con el deseo, ahí donde la piel se entusiasma.
La determinación es lo que te salva del error.
Sólo ama...
El alma guarda huellas si el corazón ama... afortunados quienes viajan con un alma llena de senderos.
Si escuchas su voz en sus letras... al estremecerte, quien te escribe puede sentirte.
Deja ir el tiempo inconcluso en tu memoria para ver renacer el tiempo perdido en tu amanecer.
En el silencio yace el adiós.
Bajo la luna brilla el recuerdo.
Del ayer nace el mañana.
A veces sobran las palabras porque ninguna de ellas puede corrobar con justicia los hechos del corazón.
A veces sobran los hechos del corazón porque ninguno de ellos puede refutar la verdad de la razón.
Si te regresan tu amor... sólo vuela.
El amor no se inventa... se construye.
El futuro no sólo promete... también interroga.
Familia y amor ... de la mano crecen.
Conquista ser tu tiempo renacido.
La vida es un camino que no cesa.
Dedicación y compromiso fortalecen el espíritu.
Vívete... no temas descubrir quién eres.
El termómetro del amor está en la piel y sus razones en el corazón... por eso... pensar sólo lo incomoda.
En domingo... una taza de té, un bosque y un abrazo.
Aunque la espera parezca infinita, alguien guarda tu lugar en su corazón.
Las almas que se acompañan sólo necesitan darse la mano para saber que están juntas.
El amor se entrega con una mirada que desvela tu alma.
La pasión se cifra cuando un abrazo deja temblando tu aliento.
El romance nace en el beso que te ilumina.
Comprometerte... la inquietud que roba un pedacito de ti.
Concluir es regalarte el esfuerzo de tu trabajo.
El miedo es un fantasma de deudas.
Cuando agotas los caminos, al fin, retornas a ti.
Es mejor vivir cien soles que, sin día ni sonrisa, de noche trabajar.
Descansa... tu cuerpo, mañana, te lo agradecerá.
Por qué la angustia, sin prisa, llegarás a donde quieres.
La serenidad te descubre cuando tú eliges en qué lugar estar.
Soñar es esperanza de ser.
Al llegar la noche, sólo duerme.
Cuando te distraes, un ángel te quiere hablar, concéntrate y sin esfuerzo lo escucharás.
Cuando el calor del amor te estremezca, no dejes que te derrita, así, la llama crecerá.
Si alguien te piensa, tú lo extrañas.
Cuando recuerdes, no olvides preservar la verdad con bondad.
Si descubres el sonido de tu tiempo, reconocerás el destino de tu corazón.
El temblor de la espera es recompensado por el placer de la entrega.
La sorpresa se anuncia con una sonrisa.
Siente su corazón, él te enseñará el camino.
Silencio... ése creativo compañero... o aquélla cobarde distancia.
Cuando nadie llama... tú eres tu única certeza.
Si recibes un corazón y no lo abrazas, partirá antes de que lo puedas lastimar.
Si callas, otros hablarán por ti.
Cuando la presencia es más fuerte en tu mente, su existencia se desvanece.
Postergar amar es dejar que otros decidan por ti.
Reciprocidad es decidir dar cuando recibes.
Crecer sin envejecer es belleza, envejecer sin crecer, sólo tristeza.
Paciencia es llenarse de sí, desprenderse y recibir.
Sólo pregunta.
Una mano de amistad es una ola de seda.
Escucha la magia y las señales aparecerán.
Conserva la fe y los milagros te acompañarán.
Para dar gracias, sólo mira de frente al cielo.
Si quieres festejar, sube una cima y deleítate.
Abre el pecho para que tu corazón pueda respirar.
Escucha el viento del nuevo amanecer.
Piérdete en el arrojo de sus brazos.
Abraza la vida antes de que ella te arrebate de sí.
Camina vista adelante para que el sol te ilumine.
Con música se encuentra el saber.
Sin palabras se escucha la verdad.
Cuando alguien te estremece, no dudes, es parte de ti.
Llegar te recuerda todo lo que falta por andar.
Si el ayer te detiene, confía, el mañana te recibirá.
Para cada corazón nace un alma gemela.
Toda batalla ganada es un soplo de paz.
Generosidad es apreciar la bondad en otros.
Dicha... esa sonrisa que aparece porque sí.
Quien sonríe ama la vida.
A quien ama le sonríe la vida.
Rencor es mezquindad que nos recuerda ese dolor.
El miedo es un fantasma de pretextos.
Valentía no es atreverse a hacer, es atreverse a ser.
No subestimes como no quisieras que te estimen.
Compartir en soledad es saber regalar en compañía.
Cobardía es estar convencido de que lo haces por las razones correctas.
Lo inesperado llega cuando dejas de mirar al mismo lugar.
Habla con pausa y tus palabras serán música.
No escuches a quien no puede ver la belleza que eres.
Olvida con amor y recuerda generoso de dicha.
Sólo importa lo que escuches en tu interior... confía.
Para vivir... hace falta un amor valiente y un corazón fuerte.
El canto de las aves anuncia el aliento del primer sol.
Somos naturaleza.
Mientras más difícil sea el camino más feliz será la recompensa.
La libre mariposa ganó su belleza gracias a la paciencia de la oruga.
Eres un poco más que sólo individuo y un poco menos que sólo egoísta.
Amar es algo más que sólo querer y algo menos que sólo celar.
Vivir es mucho más que sólo sufrir y algo menos que morir.
Quien desconfía se sabe capaz de cualquier cosa.
Soñar es más que dormir y menos que fantasear.
La verdad se oculta cuando le temes y te regala cuando la abrazas.
Quien con envidia mira sin alma quiere.
Quien siente terror ante la verdad, insulta al hablar.
Jugar con las verdades es conocer la certeza de la sabiduría.
Engañar a otros es arrogancia.
Humildad ante el acierto es benevolencia ante el error.
La música, lenguaje de dioses; el canto, voz de ángeles; y el baile... milagro humano.
Escuchar no es sólo guardar silencio cuando alguien nos habla, es también olvidarnos un poco de nosotros mismos.
El viento anuncia la lluvia así como los sueños anuncian el porvenir.
Filosofar es un poco más que sólo pensar y un poco menos que sólo saber.
Si perdiste un querer, recuerda que ganaste un crecer.
Lo justo es lo que es real más allá de quienes lo miren.
Democrático es quien, a pesar de sus intereses, respeta lo que le corresponde a cada quien.
La solidaridad implica paciencia y disposición a ponerse en el lugar del otro.
Darte y quitarte es tu propio don.
El mar.
Sin hablar, quien te quiere te acompaña, sin querer, quien te acompaña te quiere, cuando quien te acompaña te quiere y te habla, entonces, te ama.
La oportunidad de hacer lo correcto nunca se pierde.
Confiar en otros quiere decir que ellos pueden confiar en ti.
Sacar ventaja es perder todas tus ventajas.
Cuando te extrañes de ti, búscate en el relato de quienes te aman.
Si el tiempo te aburre, sólo llénalo de ti.
Recibir perdón es una concesión, dar perdón... un privilegio.
Ser familia, más que filiación, es hermandad.
No tiene sentido mortificarse por quienes no consideran que a ti ellos sí te importan.
Amar es vencer la vanidad que adorna tu ser, para embellecer en el espejo de su rostro.
Libertad es hacer de tus tragedias destino.
Mentir es empobrecer el deleite de la vida.
Justo cuando crees que todo acabó empiezas a trazar tu verdadera historia.
Competir con otros es mezquindad, competir contigo mismo es heroísmo.
Odiar es encubrir tus defectos en las sombras de otros.
Amar es descubrir que todas tus certezas eran ilusiones.
Nadie tiene derechos de propiedad sobre lo que es verdad.
Desesperar en soledad es temer a tu propia verdad.
¿quién eres hoy? ¿quién fuiste ayer? ¿quién quisiste ser mañana?
Amar es Vivir... La libertad del Corazón: es el destino de nuestro despertar.