miércoles, 17 de junio de 2009

la mujer

Los derechos del hombre... los derechos humanos... los derechos de hombres y mujeres... los derechos de las mujeres... Toda persona merece darse a sí misma carácter gracias a su dignidad...

En nuestra construcción histórica de discurso y vida, al distribuirse roles y esfuerzos... existió el mal hábito de estigmatizar las diferencias.

Como resultado, o quizá de origen, la violencia se instaura como forma de vida. ¿Qué ocurrió primero? ¿El estigma o la agresión? El estigma es ya la agresión... Probablemente, el miedo fue primero.

Por ejemplo, si alguien quisiera acercarse a una mujer, con cualquier fin o propósito... apelaría a su sentimentalismo, a su sexualidad dormida, a cierta mística de vida que la acompañe... según fuera el caso. Como datos de su debilidad tanto como motivos para su encanto. Sin embargo, si alguien quisiera distanciarse de ella... simplemente la ignoraría... peor aún, ignoraría su deseo... quebraría su voluntad.

Y es en el quebranto de la voluntad, donde ocurren los más feroces abusos. Por ello, sólo en el reconocimiento de la voz y de la escucha humana, la mujer recupera el carácter para vivir con su dignidad.


Y tú ¿descubres rostros?

Hasta pasado mañana!


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