domingo, 16 de junio de 2013

Padre Nuestro

La semilla del origen... la que vive impedida de cosechar pero que posee el don de la especificidad.

El juicio analítico... aquel que puede ser ciego a todo contexto y solo mirar el punto fijo que sostiene el significado del mundo.

La observación indiferente... aquella que se desapega de la emoción para enjuiciar solo aquello que se manifiesta como evidente.

El corazón llano... en donde cada sentimiento trasgrede la serena simplicidad de la existencia.

La emotividad silente... para la que el amor no está en la expresión sino en la certeza de su decisión.

El latido constante... al que ningún ciclo de luna trastoca.

La mente unívoca... que no da lugar a los pensamientos contradictorios y se narra en un continuo unidireccional.

El hacer acertivo... el que lleva a cabo sin distracción.

La palabra entusiasta... la que es capaz de sorprenderse una y otra vez, incluso ante los mismos hechos.

El pensamiento práctico... el que resuelve sin conmoción.



Y tú ... ¿junto a quién brindas por las virtudes de nuestra paternidad?



Feliz domingo... tortugas de vino y de sal.








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