viernes, 8 de abril de 2016

la justicia...

en cuanto la nombramos, se nos escapa de las manos.

Un acto justo no es equivalente a una palabra justa. Tampoco se equipara a la decisión de acuerdo con la cual se toma una determinación justa. Un acto justo; para que logre su cometido: dar verdad a la realidad, sin violentar el orden que la conforma; es un modo de ser, de vivir, es una experiencia sin mediación (efectiva): vivencia inmediata. Es llevar a la práctica nuestras verdades sin lastimar el orden de la realidad. Y es por ello que previo a todo acto justo...existe la vocación del conocimiento y el compromiso con la verdad.


Y tú... ¿nombras... o vives la justicia?



Feliz viernes justas y mágicas tortugas...
no teman a la verdad que se limita
a la realidad...
pero tampoco olviden renunciar a sus supuestas "verdades"
cuando se comprometan a indagar la verdad.
En esta sutileza...radica la posibilidad de
nuestra libertad ética.
Gracias...

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