viernes, 15 de marzo de 2024

casa...

 ... en venta.



Para hacer frente a las distintas necesidades que han marcado el paso de mis días los meses recientes, decidí vender mi casa llena de belleza de bosque y tomar el camino del cruce de las grandes aguas. Así, dar cumplimiento a todos mis compromisos financieros y poder construir una vejez feliz: sin más carencias económicas. Estabilizar mi economía en aras de un futuro tanto austero como próspero. Y explorar nuevos territorios fuera de México, mi país de origen. Como ciudadana española... acaricio un nuevo sueño y espero poder llegar a tierra firme muy pronto. Con la esperanza de que los años por venir me regalen todo de lo que carecí durante las dos últimas décadas... mientras construía mi vida elegida. Sigo a la espera de que alguien quisiese contratar una de las tantas asesorías que puedo llevar a cabo en el marco de un CV robusto y trazado tan sólo por amor. Amén.

Por lo demás, mis días se llenan de nuevas ocupaciones. En calma y en paz doy los nuevos pasos que conlleva toda decisión de tal envergadura. Con la certeza de que sean meses de dicha y realización. Para así poder conservar la rutina de mis letras, dar término a un próximo libro y seguir en el deleite de la aventura que nació el año pasado: una vez que logré por mí misma publicar mi primer libro. Así que dedico mi tiempo a la exploración de las alternativas para el futuro, lo propio de vender una propiedad, mis proyectos editoriales, mi espacio de luz y magia de tortuga como la filósofa de la nueva conciencia, la búsqueda de ingreso y empleo, el descanso y los quehaceres del hogar. Contando mis pesitos para llegar a fin de mes. Con la esperanza de ser bendecida de caminos abiertos. Acaricio la despedida de todo lo que aquí me albergó y sin tristeza digo adiós al ayer. Mi mayor nostalgia es mi vida de bosque que me ha regalado las horas más felices de mi historia de vida al cabo de 50 años con orgullo vividos.

Pero la vida siempre da más de lo que podemos imaginar... por lo que sólo hace falta arriesgar para poder tomar a manos llenas la cosecha de nuestro propio esfuerzo. En paz. Sin mirar atrás y con la conciencia de que todo ocupa, al fin, el lugar correcto.

El mar es mi destino soñado... dedico largas horas en acariciar la posibilidad real de vivir lo más cerca del rugir de las olas. Cuando sepa dónde encuentre el lugar en que todo sea posible dado con lo que cuento... les seguiré compartiendo el hilo con que voy hilvanando mi nuevo futuro. Gracias por estar aquí mágicas tortugas.


Y tú... ¿dibujas de colores el mañana de tu porvenir?





Gran fin de semana...
lleno de magia de tortuga.
Feliz viernes:
mágicas tortugas.
GRACIAS.


pendant la étérnité

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