martes, 11 de marzo de 2008

perseverar

No siempre es fácil distinguir en qué debemos perseverar o cuándo hacerlo. Si enfermamos, es tiempo de perseverar en recuperar la salud. Si encontramos dificultades para llevar a cabo nuestros planes, no podemos dejar de intentarlo hasta sentirnos satisfechos. En las relaciones afectivas, del tipo que sean, insistimos en encontrar los puntos de encuentro, en aprender a respetarnos y reconocernos entre sí, en confíar. Para preservarnos, perseveramos en vivir.

No siempre podemos conservar los afectos que cultivamos o perseverar en todos nuestros proyectos. En ocasiones, debemos privilegiarnos y seguir adelante procurando nuestro propio ser. A veces, aferrarnos a ciertos propósitos es un camino sin salida que sólo nos lastima. Distinguir cuándo es tiempo de partir, y saber si queda una razón para luchar, es lo que nos acerca a la sabiduría.


Y tú ¿perseveras?

Hasta mañana.


No hay comentarios: