viernes, 12 de marzo de 2010

de adioses

y bienvenidas...

Imperceptible es cuando el tiempo de acompañar una grata amistad se cumple. Sin morir, sin enojo, sin un roce mínimo de adiós. Simplemente, la distancia que se abre para emprender un nuevo vuelo. El cariño infranqueable que no cesa, a la par del sonido indiferente que pierde su resonancia en quien fuera durante años un gran confidente de vida.

La señal de la estrella al amanecer anuncia la llegada del verdadero amor y dulcemente se alimenta la ilusión de saber que sirena y delfín juntos quieren viajar. Ilusión: llena de paz y sonrisas...

La princesa se ha vuelto sirena -o quizá la sirena al fin se sabe princesa-, descubre la puerta soñada en medio del mar... [una vez que ha cerrado, una a una, las ventanas del desierto de ayer] Y convencida se prepara para recibir con mucha alegría a su mágico delfín.


Y tú ... ¿cómo descifras tus adioses y tus bienvenidas?

Hasta mañana hermosas tortugas.





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