domingo, 14 de mayo de 2017

la libertad...

del corazón...



Solemos pensar que la libertad es algo que nos corresponde en cuanto somos seres de razón... o de razones. Solemos insistir en confrontar nuestra voluntad ante la libertad de los otros. Incluso, nos enajenamos al pensar que basta exigirla como un derecho -en abstracto- limitándonos al exhorto ante la ley o una autoridad (legal, moral o afectiva).

Cuando, en realidad, ser libres ¿no se trata más bien de saber quiénes somos? Reconocernos y aceptarnos. Darnos permiso de vivir del modo en que hemos elegido. Amar. Sentir. Es en el corazón, en su latir y en el ritmo que le marca al fluir de nuestra sangre por nuestras venas, en donde anida el secreto de nuestra libertad.


Y tú... ¿conoces el ritmo de tu corazón?




¡Feliz domingo!
Abrazo lleno de magia
de tortuga contenta.


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