1 leve recuerdo
2 pares de zapatos
3 bocados
4 canciones y un triciclo robado
5 bailes
6 letras
7 relojes
8 piñatas
9 fiestas
10 cordilleras
11 pasteles
12 mares
13 amigas
14 novios
15 motivos para amar
16 noches felices
17 amigos
18 conciertos
19 viajes
20 despedidas
21 filósofos
22 casas
23 pasiones
24 pérdidas
25 lágrimas
26 certezas
27 reencuentros
28 decepciones
29 batallas
30 festejos
31 abandonos
32 sorpresas
33 ideas de luz
34 bosques
35 vientos de luna
36 promesas de amor
37 soledades
38 incertidumbres
39 horrores
40 interrogantes resueltas
41 carencias
42 lluvias de Fe
43 resurrecciones
44 sueños de sol...
Y entonces... llega un día en donde la vida que nos corresponde logra hacer realidad los anhelos de su corazón, forjar las letras de su alma, colorear los trazos de su mano, descubrir el canto de su voz e ir al encuentro del abrazo de paz... Logra, al fin, mostrar el rostro de luz que habita su caparazón y bailar al ritmo de su sangre... sin miedo. Para amar... como si fuera por primera vez... una vez más.
Los jardines y las flores se vuelven a iluminar. Los amigos acuden al encuentro que construye nuestra vida, como el oleaje persistente que sacude de alegría nuestra mirada y transmuta suave con los años, en el arte de crearnos y recrearnos a nosotros mismos. Nuestros aliados, compañeros y hermanos de viaje.
Cada año volvemos a nacer en nuestro particular ciclo de sol y, una que otra vez, tenemos la suerte de alinear nuestro destino con la órbita de la felicidad y volver a entonarnos con un universo que nos contiene, sin esfuerzo, y nos lleva, sin prisa, a los lugares que nos son propios. Volver a nuestro punto de equilibrio, tras los nuevos balances consolidados... gracias a los avatares que afrontamos en el trayecto. Hechos otros y siendo los mismos, a la vez.
Llenos de magia de tortuga... conmovidos... sin dudas y con serenidad ante las adversidades por llegar. Llenos de alegrías que ningún eclipse nos podrá robar. Abiertos a la esperanza que nos regala el ayer, para recibir el mañana con la certeza de un nuevo amanecer... hecho realidad.
Y tú... ¿en cuántos tantos cuentas tus años?
¡Feliz domingo!
...alegres y hermanas tortugas.
Que cada día sea un motivo para sonreír...
Cada abrazo
una razón para amar...
Cada palabra
un aliento de paz...
Y cada vida...
una razón para festejar.
¡Salud!
Gracias... siempre gracias.
Y para seguir con la caricia del ritmo de Aute, el gran romántico de la piel, la vida, la honestidad y la valentía, una canción ya muchas veces escuchada y siempre felizmente saboreada:
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