sábado, 29 de diciembre de 2018

entre una Feliz Navidad...

... y un extraordinario Año Nuevo.



Tres días nos quedan antes de abrazar con fuerza la llegada de un nuevo tiempo de Sol. Junto con los festejos de la Natividad, el ritmo de las horas de los últimos días del año se va adormeciendo entre festejos, reuniones (encuentros y reencuentros)... labores por concluir... las noticias del acontecer que no cede... motivos de gratitud y más de una razón para amar. La esperanza que se entrelaza en una sonrisa de paz. Así, aparece la luz que brilla cuando sentimos que todo está por comenzar. 

La posibilidad de renovarnos. Hacer buenos propósitos. Confiar en el futuro. Reconciliar la fortuna que nos haya dejado el año que concluye. Recordar cómo mes a mes se fueron entretejiendo las horas a la par de las certezas de nuestras vidas. Y hacer votos para que los días por venir lleguen colmados de plenitud. 

Esta es la magia de una fiesta que nos une a través de nuestras distintas latitudes y nos hace bailar, por un instante, al mismo son. Y cada día estamos más cerca de las metas que nos hemos propuesto. Y cada vez más fuertes para disfrutar todo lo que hemos cumplido. Y cada vez más ciertos de que lo mejor está por venir...

Que este 2019 llegue lleno de amor para dar y regalar. Que nos hermanemos para comprender que nuestras diferencias son lo que nos une. Y que con gratitud sepamos recibir y compartir todas la bendiciones que componen nuestra existencia. Sin olvidar nunca el valor de la amistad y de la solidaridad. De la honestidad y de la fe. De nuestros vínculos fraternos y del amor verdadero. Que nada nos haga renunciar la libertad de elegir la persona que queremos ser y ser la mejor versión de nosotros mismos.


Y tú... ¿cómo despides este intenso y triunfante 2018?



Felices fiestas...
llenas de magia de tortuga.
Fuerte abrazo.




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