miércoles, 21 de marzo de 2018

reflexiones...

... pre... electorales.



A escasos 9 días para que den comienzo formal las campañas electorales, trataré de recuperar algunas de las reflexiones que me han suscitado los acontecimientos de las recientes semanas. Parece que hemos podido tomar un poco de aire y llegar a estar preparados, los distintos actores de la sociedad, para lo que será una jornada histórica en la cual elegiremos el rumbo que tomará nuestro país durante los próximos 6 años. Dilemas no menores nos esperan.

Mi primera intuición tiene que ver con los temores que puedan llegar a alberganos. Mi consejo, con magia de tortuga, es no dejarnos apabullar por situación alguna. El futuro está en nuestras manos. Y si votamos con convicción seremos un factor determinante para el crecimiento de nuestra democracia. Cualquiera sea nuestra preferencia electoral, siempre habrá riesgos involucrados. No más de los que ya hemos experimentado a través de los sexenios anteriores. No permitamos que ninguna idea o percepción, que no sea nuestra, nos intimide o nos aterrorice. La decisión de cada uno de nosotros es igualmente importante. Démonos la libertad de elegir por nosotros mismos y dejarnos convencer por la persona que consideremos: la más capaz de hacer aquello que cada uno de nosotros considera que debe hacerse, en cada uno de los puestos a elección. Pero sobretodo, y lo más importante, divirtámonos en el proceso electoral. 

Que nuestros ánimos no se exasperen, no nos desgastemos en discusiones ríspidas o áridas. No agredamos a quienes piensen diferente a nosotros. Escuchemos y respetemos lo que cada quien quiera aportar. Demos el ejemplo a nuestros candidatos y no permitamos que ellos se conformen con pelear entre sí para convencernos. Festejemos nuestra democracia efectiva.

Seamos generosos. Y reconozcamos que en cada uno de los actores políticos hay algo valioso. Reconozcamos las fortalezas del trabajo bien hecho desde las distintas trincheras del poder y de las filias partidistas. Seamos críticos y optemos por lo que, de acuerdo con nuestra conciencia, consideremos mejor. Dialoguemos con humor y defendamos nuestras preferencias con honor. 

Las alternativas que se presentarán ante nuestros ojos, así como, las teorías que las respaldan, no están escritas en piedra. Adquieren su verdadero valor en la posibilidad de llevarlas a la práctica y hay más de un modo, o dos, de encontrar las mejores soluciones a los problemas que nos atañen. Sumemos consenso para ser parte de las soluciones. No nos dejemos vencer por la apatía, la desesperanza, por las acciones mal intencionadas, por los errores de nuestros gobernantes, por las debilidades de nuestras instituciones. Porque todos y cada uno de nosotros somos parte de todo lo que sí tenemos, de todo lo que sí funciona bien. Reconozcamos el valor que tiene el esfuerzo que día a día hace cada uno de nosotros. Y hagamos valer el derecho que tenemos de elegir los caminos que queremos recorrer como Nación.


Y tú... ¿qué sueñas para nuestro México?




¡¡Feliz primavera!!
Fuerte abrazo...
lleno de magia de tortuga.





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