sábado, 24 de marzo de 2018

Semana...

... de sentir nacer la primavera.


El día de la poesía, junto con muchas otras fechas memorables de esta semana, y una hermosa tormenta de granizo... han conmovido este tiempo nuevo que nos anuncia el equinoccio. El Sol nos descubre su cara para ver crecer todo lo bello que el invierno cosechó en nuestros corazones. De la mano de una luna creciente, se alumbran las esperanzas de un 2018 colmado de lunas llenas.

Feliz sábado, queridas tortugas:


Démonos una pausa para recibir la semana santa y dar inicio a nuestra próxima jornada electoral. Nos esperan grandes batallas. La municiones se han estado afilando y a partir del 30 de marzo empezaremos a ver el despliegue de la artillería pesada. Veremos el desplace territorial de los ejércitos, de distintos colores, en su consigna por optener nuestro beneplácito. Probablemente, no estaremos excentos de uno que otro escándalo para captar nuestra atención. Los medios de comunicación no se darán abasto en su noble tarea de acercarnos la información y de tejer fino sobre todos los eventos que se susciten. Estén atentos. Esto sí que se va a poner muy divertido. Ante nuestros ojos: una puesta en escena llena de teatralidad, las encuestas que suben y bajan, los reflectores, las disputas, las ofensas, los debates, las mesas de discusión, las entrevistas, la propaganda, las canciones y videos, los memes, la indignación y la fascinación. Todos los candidatos, bajo el escrutinio público, dispuestos a decirnos todo lo que queremos oír y a convencernos de que ellos mismos creen algo de lo que nos cuentan. Hagámoslos sufrir. Que sepan que somos una audiencia difícil. Que no nos conformamos con flores y chocolates. Queremos justicia, queremos instituciones fuertes, queremos gobiernos competentes, queremos ver resultados, trabajo bien hecho, pulcritud en la administración de los recursos. Queremos ingresos a la altura de nuestras necesidades. Queremos inversiones que reditúen en nuestra economía diaria. Queremos vivir seguros, poder confiar en nuestros vecinos y no sentirnos amenazados al salir a la calle. Que ninguno crea que tiene el secreto para descifrar, con trampa alguna o con base en estudios de opinión, la certeza de nuestra voluntad. No queremos oír mentiras. Queremos saber quiénes son. Y sin importar por quién vote cada quien, todos estamos unidos en la lucha por hacer valer nuestros derechos y defender nuestra dignidad. Todos somos la Nación y todos somos el Pueblo. México es nuestro. Y estos tres meses son la breve ventana de oportunidad en que la pelota está en nuestra cancha. La decisión es nuestra.

¿No están emocionados? Yo sí. Y no crean, por mi última misiva, que ya están echadas todas las cartas. Sigamos observando a nuestros candidatos presidenciales. Porque "ya sabes quién" dice que no nos defraudará. Quizás, podamos darnos permiso de dejarnos sorprender y descubrir por debajo de algunas de sus fachadas, el lado más honesto de su proyecto de gobierno y la cara más feliz de su personalidad. No perdamos de vista los objetivos que anhelamos: un México en donde todos podamos disfrutar de la grandeza de nuestro país. Con orgullo. En donde todos podamos realizarnos como seres humanos y construir la vida que elijamos. Un México que no se dé más permiso de corromperse a sí mismo para sobrevivir. Un México de paz. Un estado de derecho vigente gracias a que está conformado por ciudadanos libres, en igualdad de condiciones. Esto es lo que merecemos. Por eso, es importante no dejar de dialogar con todas las propuestas y exigirles a todos los candidatos darnos lo mejor de sí, exhortarlos a crecer como ser humanos para estar a la altura de las circunstancias que nos aquejan. No nos conformemos. Y no recurramos al odio como estrategia para defender nuestras preferencias. Recuerden: vivir con humor y alegría esta campaña es una forma de ser parte de la transformación de nuestro país. Todos somos igualmente mexicanos. Somos hermanos. Que nadie siembre la desaveniencia y la desconfianza entre nosotros. Unamos nuestros corazones a través de nuestras diferencias y divirtámonos con la pugna entre nuestros valores, ideologías y prioridades. Con respeto. Renunciemos a nuestros prejuicios. Inventémonos a nosotros mismos. Abracémonos y tomémonos de las manos. Que nadie nos corrompa. Que nadie nos diga que el mundo es así y no tiene solución. El mundo es lo que cada quien quiera construir con sus propias manos. La historia empieza cada día. No nos perdamos esta gran fiesta. Cuantiosos recursos invertimos en ella. Así que, lo menos que podemos hacer: es empoderarnos como los invitados de honor. 

Tenemos en puerta la no menor tarea de informarnos sobre nuestros candidatos locales, quienes tienen una injerencia más directa y sustantiva sobre muchos de los aspectos de nuestra vida cotidiana. Así que, no nos quedemos dormidos. ¿Quiénes son los candidatos? ¿Los conoces? ¿Qué más vas a elegir, además de la investidura presidencial? ¿Cuáles son tus prioridades? ¿Cuáles las opciones? El voto diferenciado es muy valioso, podemos repartir nuestras preferencias entre los distintos partidos. No se trata de lo que les beneficie a ellos, se trata de lo que a nosotros nos convenga. De votar por quien nos despierte mayor confianza para hacer el trabajo que los ocupará. ¿Cuál es la agenda legislativa de los candidatos y candidatas a diputados y senadores? ¿Qué agenda política representan? ¿Cuáles son sus valores y objetivos? Nos brindará muchas certezas buscar espacios para poder dialogar con ellos de manera más cercana. Hacerles preguntas y conocerlos mejor. 

También es importante ir previendo cómo vamos a acompañar la jornada electoral, involucrarnos como ciudadanos, ser observadores voluntarios en nuestra casilla,  ser testigos de que todo se desenvuelva con alegría y justicia. Irnos acercarnos poco a poco a la logística prevista por el INE y ser solidarios con sus esfuerzos. Es cierto que tenemos muchas dudas sobre su desempeño y que el Dr. Lorenzo Córdova ha tenido serias dificultades para comprender la envergadura de su labor. Pero necesita nuestra anuencia y nuestra ayuda. Para recordarle que trabaja para nosotros. Y que no puede dejarse presionar por ninguna otra motivación que la de garantizar el ejercicio de nuestra voluntad el 1ero. de julio. Llegó el momento de que sude su afortunado salario. No puede escatimar, en forma alguna, el privilegiar nuestros intereses y necesidades. Estas elecciones no están en venta. Son nuestras. Seamos generosos con él para que comprenda el inmenso compromiso, y la invaluable responsabilidad, que tiene con nosotros. El debe entender que no nos puede fallar. No hay margen de error aceptable. No puede conformarse con el 90 (y tantos) por ciento de los votos, tiene que garantizar el  100 por ciento de los votos emitidos. Debe garantizar el número suficiente de casillas foráneas. La puntualidad en el arranque de todas las casillas. No puede haber un solo error en el padrón. Porque no se trata de números, probabilidades ni estadísticas, se trata de que cada uno de nosotros vale lo mismo. No somos un número, somos seres humanos. Tiene tres meses para garantizar la mejor elección de nuestra historia. Poner el ejemplo y marcar un precedente. Y no tiene ningún pretexto para conformarse con menos. ¿Que la tarea es grande y difícil? Pues sí. Ese es su trabajo. Tampoco puede escudarse, con lloriqueos, en que no hay certezas de seguridad pública en algunos territorios. Es su deber y responsabilidad trabajar en conjunto con las autoridades respectivas para que ese día no tengamos un solo incidente de violencia y que, por muy dramática que sea la situación de inseguridad en alguna localidad, la población contará con las medidas que se requieran para poder emitir sus votos. Que pida la ayuda que necesita. Que garantice observadores imparciales, nacionales e internacionales. Que no descanse ni un momento en la consecusión de este logro. No hay excusa para que nuestra democracia se lesione, en lo más mínimo, por incompetencia o negligencia de ningún tipo. Que si llueve, que si no llueve. Cualquier cosa. No estamos para improvisaciones. Así que: manos a la obra. 



Y tú... ¿ya estás listo para arrancar las campañas electorales?




Fuerte abrazo...




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