lunes, 7 de mayo de 2018

Ahora sí...

... entremos al análisis sustantivo. ¿Cuáles son las grandes ausencias en esta contienda presidencial?
#ELECCIONES2018 


Tomando como pretexto lo que pudimos ver y no escuchar en el primer debate presidencial. Más allá de las formas que desdibujamos tras el rostro de cada uno de los candidatos. Y más allá del color de nuestras preferencias. Sin hacer campaña. Es tiempo de reflexionar, como ciudadanos, sobre el avance hacia la meta de esta larga carrera electoral. De cara al segundo debate presidencial.

Propongo partir del bloque temático que ya se expuso:

1. Política y Gobierno
- Combate a la corrupción e impunidad.
- Seguridad pública y violencia.
- Democracia, pluralismo y derechos de grupos en situación de vulnerabilidad.

Estos fueron los subtemas que compusieron la temática del pasado 22 de abril. ¿Realmente nos dieron respuestas sustantivas? Sí tenemos una idea general de por dónde van, unos con más claridad que otros. Los ejes de sus propuestas de acción. Definitivamente, el tiempo es muy limitado para que desarrollen a detalle las políticas públicas que piensan implementar, en caso de ser ganadores. 

¡Claro! si no hubiesen gastado tantos minutos en ataques, denuncias y "bromas" (pues hubo afirmaciones que no podemos tomarnos en serio), la ciudadanía tendría más claridad sobre porqué preferimos una u otra opción. El debate no es para hacer campaña, para eso están todos los otros foros. El debate es para dialogar, exponer ideas y sustentarlas. Hacer cuestionamientos legítimos. Hacerse preguntas entre ellos. Comparaciones constructivas. Con seriedad y responsabilidad. Y todo lo relativo a sus personalidades, a la nota de la semana, a las denuncias de "ministerio público", señalamientos morales, interpelaciones panfletarias y derivados... se lo pueden ahorrar para otros espacios de comunicación. O ahorrárselo por completo.

Cómo pueden "pelear" entre sí, si todavía no queda claro que  se están comunicando entre sí. No logran explicar sus puntos de vista ni reconocer sus coincidencias para dejar en claro aquello en que de verdad están en desacuerdo. Aquello en donde se distingue una opción de otra. Sin juicios de valor. Frases como: "Yo no voy a hacer lo que va hacer fulanito o fulanita". Seguidas de supuestos razonamientos como: "Porque como lo que el otro propone yo digo que es malo, entonces lo que yo ofrezco es bueno." No ayudan a nuestra democracia. Se les olvida que somos nosotros quienes haremos tales valoraciones. Pero no, por alguna extraña razón (o confusión) todos necesitan hacer una pequeña acotación introductoria, de denuncia de algún defecto de los otros contrincantes o de los otros gobiernos, alguna advertencia o anticipación de lo que vamos a pensar o dirán los otros y, luego, "vender" su plan de acción como legítimo per se. No hay validez argumentativa en este modo de proceder.

Estas estrategias no abonan al crecimiento de nuestra democracia. Tampoco la fortalece: la violencia, el exhorto al miedo, las descalificaciones, el sarcasmo agresivo, los insultos, el terror o las mentiras. Y en este rubro incluyo a toda la ciudadanía, me incluyo yo. Es trabajo de todos por igual, sin importar cuál sea el candidato o partido de nuestra preferencia, aprender a dialogar nuestras diferencias sin necesidad de agredirnos entre nosotros. En estas semanas he estado muy activa en las redes sociales y sí es sorprendente cómo la frustración, sumada a nuestra pereza mental, nos lleva a cometer excesos injustificados. Pongamos todos el ejemplo. Mostremos respeto. Aprendamos a sonreír incluso cuando no coincidimos. Entre los partidarios de todas las posiciones, incluso entre quienes están indecisos, debe privar la armonía y la paz. Es triste leer algunos de los comentarios y respuestas de quienes expresan su furia o enojo abiertamente. No hace falta recurrir a estos métodos. Cada uno de nosotros merece el mismo respeto. Cada candidato merece el mismo respeto.

Los candidatos, todos, tienen la responsabilidad de ser los primeros en mostrar que pueden expresarse sin necesidad de adjetivos violentos, etiquetas discriminatorias o burlas. El lenguaje es tan vasto que nos debemos a nosotros mismos: hacer el esfuerzo de encontrar más palabras para expresar nuestras ideas. La dinámica de ataque y defensa, visceral y emotiva, sólo nos lleva a confrontaciones inútiles y nocivas para nuestro entorno social. Hay un punto en que debemos reconocer que cada quien tiene derecho a optar, con libertad, por lo que considere mejor. Y ninguno de nosotros merece ser insultado por apoyar a un candidato o a otro. Expresemos nuestras convicciones con argumentos y con emociones razonadas. Sintámonos libres sin necesidad de lastimar la libertad de los demás. Dialoguemos tratando de entender porqué quien piensa diferente a mí tiene también razones válidas para pensar de ese modo. Cultivemos empatía: incluso ahí en donde no hay coincidencias. Todos somos humanos. Todos somos mexicanos.

Esto nos ayudará a vivir los siguientes debates presidenciales con más apertura y respeto. Recordemos que estas elecciones son una fiesta democrática. No la convirtamos en un asalto a mano armada. El 20 de mayo será el próximo debate. El tema en esta ocasión es "México en el mundo" y los subtemas:

- Comercio externo e inversión.
- Seguridad fronteriza y combate al crimen trasnacional.
- Derechos de los migrantes.

Esperamos que, en esta ocasión, nuestros candidatos sí se ciñan a las temáticas e incluso enriquezcan las perspectivas de complejidad sobre nuestros problemas y sobre las soluciones que proponen en estas materias. En la ocasión previa quedaron muchas asignaturas sin mencionarse en materia de pluralismo, democracia y grupos vulnerables. Es cierto que el subtema en sí fue mal planteado, metieron un conjunto demasiado heterogéneo (y amplio) en una misma subcanasta. Además, los dos primeros subtemas (corrupción e impunidad; seguridad pública y violencia) daban cada uno para un solo debate. Esto no fue una carencia de los candidatos. Más bien de quienes conceptualizaron la selección y repartición de temas y subtemas para los tres debates, y de las restricciones en tiempo para abarcar el conjunto de problemáticas puestas en cuestión de cara a la elección presidencial. En este mismo sentido, el subtema de democracia también daba para un solo tema. Ante la evidencia de que todavía estamos muy arraigados en prácticas de odio y polarización: nada más ajeno a la vida democrática.

Llama la atención la falta de presencia explícita del tema de derechos humanos en los tres debates y el "colofón" de derechos de los grupos en situación de vulnerabilidad (como parte del pluralismo democrático) es muestra de falta de perspectiva de derechos humanos dentro de la visión del INE. Tales derechos se comprenden dentro del discurso completo de los derechos humanos y no de manera asistencialista, como tampoco nos remiten sólo a una disposición a la tolerancia de las diferencias. Los candidatos tenían una oportunidad para trazar ejes transversales a través de los tres subtemas y enriquecer mucho la discusión y el alcance de sus propuestas dentro de un proyecto integral. Todavía nos faltan dos rondas, ojalá sumen esfuerzos en esta dirección.

Ojalá que, en la exposición de los subtemas próximos, no tengamos que oír lo mismo que hemos venido oyendo estas semanas en cuanto a la "inversión". Creo que todos coincidimos, y los candidatos también, en la importancia insoslayable del comercio externo y el valor de la confianza para la inversión; defender sus posturas con lo obvio es igual a no proponer nada. A mí, en lo personal, me encantaría que no sea con adjetivos que apelen a la mayor o menor estabilidad que representa uno u otro candidato. Ese argumento es tan relativo como falaz. Son juicios subjetivos... y nos damos cuenta; sí los estamos escuchando. 

Queremos conocer las acciones concretas que cada uno propone y cada ciudadano, con su propio raciocinio; así como expertos y representantes de los candidatos en los distintos análisis posteriores al debate y los candidatos en sus eventos públicos; podremos hacer nuestras propias conjeturas, comparaciones, valoraciones y exhortos. No conviertan el debate en su propio posdebate. Aprovechen este tiempo valioso para hablarnos a nosotros. Ya sabemos que ustedes no se caen bien. Las debilidades que cada uno señala de cada uno de los otros (hasta el cansancio) nos las sabemos de memoria. Queremos saber qué van a hacer, cómo lo van a hacer, porqué lo van a hacer y porqué es mejor hacerlo del modo en que lo proponen.

También esperamos que logren integrar la relación orgánica que existe entre los tres subtemas y nos sorprendan con soluciones y alternativas más complejas. Como complejo es nuestro México en el mundo. Creo que en el caso de "Seguridad fronteriza y combate al crimen trasnacional" es fundamental que cada uno nos exponga su diagnóstico de la situación en la que nos encontramos para comprender mejor las propuestas que nos hagan en esta materia. Defiendan los derechos de los migrantes no con valoraciones: con acciones en el marco de una política pública que ataque tanto las causas de la migración como los agravios que enfrentan quienes transitan por nuestro territorio o migran de nuestro país. Para que podamos distinguir la diferencia entre cada uno de sus proyectos. 

No traten de aniquilar las propuestas de sus oponentes con acusaciones personales que lo único que procuran es poner en duda la capacidad moral de cada uno de ustedes. No buscamos santidad... queremos gobernantes pragmáticos y congruentes con los ideales que defienden. Comprometidos con México. Insisto, somos nosotros quienes podemos encontrar tales incongruencias que tanto les gusta achacarse los unos a los otros. No nos agoten (ni aburran). No aspiren, con retóricas y  efectos mediáticos, a ganar unos puntitos en las encuestas. Hablen de su proyecto. ¿Cuál es el México en el que ustedes quieren vivir? Atacar a uno u otro candidato no nos da cuenta de su convicción en el proyecto de Nación que cada uno nos ofrece. Yo sí quiero entender en qué cree cada uno de ustedes. ¿Por qué ustedes votarían por ustedes mismos? No porqué ustedes no votarían por alguno de los otros.

Candidatos y candidata, los reto a no discriminarse entre sí, de ningún modo. A no hablar de ustedes como si tratara del juego del "yo-yo". Yo esto, yo aquello. Hablemos de nosotros México... esto o aquello. Mi sueño sería no escuchar las siguientes palabras:
- la mafia del poder y derivados...
- corruptos, corrupción, robar, llenadera, hartazgo, saqueo y derivados...
- autoritarismo, egocentrismo, mesianismo, fascista, tirano, hipócrita, caudillismo, pusilánime y derivados...
- populismo, nacionalismo, conservadurismo, estatismo, liberalismo, neoliberalismo, socialismo, capitalismo,  totalitario, burguesía, corporativismo, expropiación, oligarquía, privatización, clasista, gobiernista, tecnócratas, nepotismo, sistema, antisistema y derivados...
- Chávez, Venezuela, Cuba, Fidel, Ecuador, Correa, Bolivia, Evo, Pinochet, Chile y derivados...
- decente, prestigio, honestidad, experiencia, esperanza, progreso, futuro, confianza, estabilidad, potencia, cambio, continuidad, progreso, retroceso, avance, pasado, estabilidad, transformación, incertidumbre, polarización, compromiso, promesa, ridículo, cobarde, valiente y derivados...  
- complot, sospecha, rehén, o victimización alguna y derivados...
- entusiasmo, optimismo, sensibilidad, valores, actitud, falso, verdad, certeza, sueños, ilusiones, tolerancia, intolerancia, libertades y persecución de libertades y derivados...
- quién compró, quién gasto, quién dijo, quién es bueno, quién es malo, quién hizo, quién no hizo, quién se junta con quién y derivados...
- miedo, peligro, riesgos inminentes, fatalidad, amenaza, dramático y derivados...
- cómplices, complicidad, canallas, gánster, mentira, mentiroso, farsante, delincuentes, mafiosos, rufianes, atraco, rapaz y derivados...

¿Podrían hablarnos sin usar estas palabras? o cualquiera de este tipo de expresiones que ya conocemos bien y no cambian en nada nuestra intención del voto. Así como, no ayudan en nada a conocer mejor su proyecto y conocerlos mejor a ustedes. ¿Podrían dialogar sin acusaciones? ¿Podrían evitar invitarnos a pelear entre nosotros como si se tratase de una batalla de vida o muerte? ¿Podrían dejar de compararse entre ustedes y mostrarse a sí mismos tal y como son? Tienen dos semanas para enriquecer su vocabulario con la belleza de los diccionarios de nuestra lengua. 

El debate no puede ser el refrito de sus consignas de campaña, para esto hay muchos otros foros. El debate es para hablar del fondo de sus propuestas. No para que nos digan qué no les gusta de la propuesta de sus contrincantes, para esto hay también otros foros. Este foro es para que cada uno de nosotros pueda contrastar sus propuestas sin ayuda o sugerencia pedagógica alguna, sin que ustedes nos hagan la tarea que nos corresponde sólo a nosotros: elegir cuál es la mejor la opción. Esa es nuestra prerrogativa.  Somos los únicos dueños de los adjetivos para valorar lo que nos proponen y lo que cada uno representa. Tomémonos en serio nuestras distintas responsabilidades. Ustedes son la parte, nosotros el juez. Gracias.


Y tú... ¿puedes defender a tu candidato sin agredir a otro ser humano?




  Feliz inicio de semana y que
con magia de tortuga...
llenemos todos nuestros foros
de paz.
Fuerte abrazo!!
Un poco de romanticismo...
para animar nuestros corazones.



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