lunes, 14 de marzo de 2022

semana...

 ... de restauración.



El curso de los acontecimientos no se detiene, a la vez que se retoman y conservan los eventos que nos mantienen en estado de atención y consternación. Apenas empieza la semana y esta tortuga ya se siente un poco agotada. El cambio de ritmo en mis rutinas, lo cual festejo con una sonrisa, me recuerda cada uno de mis huesos y músculos. Lo cual es natural. Y satisfactorio. El bosque de paz se habita caluroso y lleno de sol. Algo que siempre armoniza el alma. Y lo más importante es no detenerse una vez que nos hemos puesto en marcha constante, cultivando los minutos y las horas... colmados de incesante actividad.

Espero que no se hayan perdido las recientes entregas. Retomo la costumbre diaria de pasar por aquí regalándonos un poquito de magia compartida. Durante la noche y la madrugada son los mejores momentos para esta labor porque el estruendo de la construcción vecina sigue sin dar descanso de lunes a viernes. Seré puntual en estas misivas de caparazón de tortuga... a la hora que se cumpla la inspiración. En nuestros caparazones encontramos los rincones más luminosos: en donde el alma y el corazón se susurran al oído con pasión.

Esta noche quiero compartir un poco sobre mi gusto por la música y el anhelo de cantar... que se acrecienta cada día. Es escuchando música como pasan mis días, mientras me ocupo de los quehaceres de mi hogar y de estar atenta a lo que ocurre más allá de mi propia vida. En este sentido, para mí las redes sociales sí son benditas. Agradezco a los medios de comunicación, que nos enlazan con el mundo infranqueable ante nuestros ojos, el sentirme cerca de todo lo que parece importante de la vida en comunidad. Es muy edificante sabernos acompañados a través de asumir cuánto vale lo que cada quien quiera decir y compartir. De la mano del humor que alegra el correlato entre eventos no siempre tan alentadores. Y reír incluso de lo trágico. Es interesante cómo la vergüenza pública se ha trastocado al punto de que la falta de pudor político y profesional llena de anécdotas insólitas nuestro imaginario social. La cuarta ha puesto de moda el afán por el ridículo... sin duda.

Volviendo a la música y su magia. Siento que el silencio cobra su verdadero significado cuando la melodía lo vuelve frecuencia vibrante que convierte el tiempo en espacio. La memoria y los recuerdos que se evocan a través de una canción. El coincidir con la letra de canciones que nos hubiese gustado escribir porque describen nuestro sentir con precisión. La alegría que nos invita al baile. Y por qué no... la melancolía que puede despertar una que otra lágrima. En la mayoría de los casos yo descubro en la música esperanza. La esperanza de saber que los sentimientos rompen todas las fronteras y nos unen en un sólo latido con la magia de un simple acorde.

La música también puede ser el reflejo de las estridencias que nos habitan. Como en la vida pública, no todas las melodías son necesariamente armónicas. De ahí que el arte de la vida vaya más allá de lo artístico en sentido estricto. El arte ocupa también todos nuestros quehaceres. Y no debemos olvidar nunca que hasta la tarea más ruda y ardua, la labor más áspera y abrumadora... pueden llevarse a cabo con encanto. Todo depende del cuidado que dediquemos a nuestro ser. Con suave amabilidad. Sin necesidad de estridencia alguna. Cosa que agradeceríamos mucho de quienes tienen el privilegio de usar un micrófono. En lo personal cada vez aprecio más los buenos modos y la armonía de la mesura. Pues la fuerza y contundencia de un argumento no se mide por la fiereza o el grito. Por el contrario, más hondo es el impacto de una buena reflexión y de una propia expresión. El cuidado de la ortografía y la sintaxis nos abraza el alma para quienes amamos las letras.

Se acerca ya la cuenta regresiva para la supuesta revocación del mandato. El consenso con respecto a que es un ejercicio que no vale la pena: lleva la delantera. Tan es así, que quienes la promueven, de manera contraintuitiva: el gobierno mismo, empiezan a perder la compostura (para variar) cada vez con más descaro. Probablemente, porque el absurdo será la más importante conclusión de este ejercicio que, en principio, debió ser conservado para la ciudadanía inconforme y no regalado a la militancia ferviente.

Se cumple el patrón de que la ley está de adorno si la causa es más beneficiosa (lo que quiera que significa eso y quién sea que lo pueda determinar con alguna autoridad), la opacidad en el manejo de recursos, la disposición de funcionarios públicos para labores partidistas, la mentira y el engaño para manipular a la población como en otras ocasiones (el avión...el juicio a decisiones políticas...). La propaganda es la fuerza del discurso que convoca a este instrumento público y los hechos se aniquilan con tal de sentirse triunfantes quienes lo promueven. Aun cuando todos ya sabemos que la aprobación del trabajo de la presidencia se mantiene muy favorecida ante la percepción de la población.

Parecería que esta nueva farsa tiene dos motivaciones: fortalecer las estructuras electorales de MORENA y resquebrajar la ley para tener mayor posibilidad de maniobra en cuanto a justificar acciones fuera de la ley en aras de las "magnas" causas. De la mano de una pretensión perversa de desmoralizar al árbitro y mermar su credibilidad... con los mismos fines. Es tan doloroso el contexto que no encuentro espacio para expresar la indignación que tales artimañas antidemocráticas despiertan. 

Lo cierto es que México es más fuerte y que este mal obrar se puede revertir sobre quienes ilegalmente, y con chantajes inmorales, están promoviendo la no revocación de un presidente que de suyo ya se sabe amado. Una cosa es cierta: el sexenio termina cuando termina y no habrá causa noble ni millones de voluntades que puedan revertir el cauce de la legalidad y la verdad; si no se suman los votos suficientes para que MORENA perdure otro sexenio. Y vale mencionar: no hay voto que cuente para intento alguno de reelección o prolongación del mandato actual. Mejor aprovechen todo este esfuerzo y todos estos recursos en gobernar mejor. Llevar a cabo buenas obras: de buena fe y no buscando votos ciegos. Hacer el bien es lo único que hará que la historia los recuerde como algo más que la comedia más grande de nuestra vida política. Porque si la justicia fuese humana: lo más seguro es que perderían la revocación. La altura de la ciudadanía mexicana y del pueblo del cual todos somos parte, definitivamente bueno, sigue jugando a su favor aun cuando ya no merezcan nuestra confianza. Porque una cosa es que seamos más los defraudados y otra es que seamos parte de un insulto a nuestra Constitución. Se van quedando solos poco a poco y realmente, o "francamente", no se enteran.

Por eso, estoy convencida de que esta semana es una semana de restauración. Ojalá también de paz...y que cese el fuego en Ucrania cuanto antes. Pero de restauración porque no cederemos ante las prácticas ilegales de MORENA. Por el contrario... perderán la fuerza que les resta: de insistir en este camino oscuro. A la vez que nos abrirán las puertas hacia un 2024 victorioso. Porque los excesos del poder que se traslucen en sus rostros pasarán factura incluso entre sus seguidores más asiduos. Merecíamos más y ahora estamos ciertos de que somos capaces de hacer historia con o sin un partido que no se ha logradol institucionalizar ni posee el mínimo de seriedad que la vida pública obliga.

Y de restauración... porque, después de dos años, parece que al fin estamos listos para arrancar el motor al cien por ciento si es que no nos sorprenden más variantes. Y así sea. Porque han sido meses largos de espera para recuperarnos a nosotros mismos y volver a una rutina que no conlleve más confinamientos.


Y tú... ¿cómo recibes esta semana?


Hasta mañana...
que sus caparazones
las colmen de felices sueños y
llenos de magia
de tortuga.
¡Gracias!






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