trabajo remunerado

Tras año y medio, prácticamente dos. Al fin, encuentro empleo... tiempo completo, contrato por honorarios... y mucha distancia por recorrer. Temo no guardar tiempo para la tía bio y su tetera y dejar inconclusa la historia del cerebro de la iguana. Me entusiasma volver a formar parte de la rutina laboral, con el reconocimiento que eso implica. Duelo separarme de mi hermoso bosque y despedirme de mis días de paz, meditación e inspiración, acompañada de pájaros, lluvia y sol. Me preocupa la familia gato y sus días de encierro. Y lamento que la paga no sea más... Pero no son tiempos para ponerse exquisitos y la lista de deudas se acumula cuasi infinitamente...

Pero, mis queridas tortugas, no piensen que dejaré de nutrir este espacio de mí. Seguiré compartiendo con ustedes las nuevas aventuras de la tortuga mágica...los diálogos con la tía bio y los secretos de mi corazón.


Y tú ¿qué lamentas de trabajar?

Hasta mañana y feliz inicio de semana.