martes, 20 de enero de 2009

un día a la vez

Se apilan ideas en el cerebro de la iguana. Tareas... más tareas. Y piensa, qué hacer primero, no tendré tiempo, porqué no soy veloz como el águila, porqué soy paciente cual reptil. Tendida al sol durante días medito y me alimento, concentro la energía y libero mi creatividad. Con magia de tortuga espero. Visito a mis amigas tortugas y escucho las olas del mar en profunda concentración. Cómo duplicar mi tiempo en destiempo, tiempo pausado y sereno, el cual se anticipa aún cuando se percibe inmóvil. Cómo desdoblar mi velocidad y marcar la continuidad del tiempo al ritmo del calendario humano...

... viviendo un día a la vez... sin replicar el hacer con la angustia del pensar... sin interrumpir el pensar con la premura del hacer... con la sabiduría de aquel viejo proverbio chino: "¿Para qué preocuparse de lo que tiene solución, si tiene solución? ¿Para qué preocuparse de lo que no tiene solución, si no tiene solución?"


Y tú ¿cómo te ocupas de tus soluciones?

Hasta ayer...


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