...de vivir.
La vida humana no está exenta de heroísmo. Las calamidades ocurren, hay días mejores que otros y vivir conlleva riesgos y retos existenciales de todo tipo. De ahí que la gratitud sea una de las emociones más justas y nobles. Agradecer cada día por la vida, por la salud, por las certezas con las que contamos, por el amor, por nuestros seres queridos, y mucho más. Cada día es una gran fortuna. Y vencer dificultades un gran temple.
Vivir no es sencillo. Encontrar sentido al dolor aparejado a la vida tampoco es tarea simple. Digamos que es el sinsentido. Somos más bien seres frágiles. Vulnerables. Susceptibles de sufrimiento. Por eso somos valientes. Sin importar qué atravesemos o cómo nos encontramos, a veces más allá de nuestros sentimientos, nos sobreponemos a la fatalidad y tenemos la voluntad resiliente de siempre volver a comenzar.
Hay historias conmovedoras que nos inspiran. Hoy supe de una que tuvo un fin afortunado y sigo conmovida por el heroísmo que conlleva vivir. No demos por sentado nada en nuestra vida. Cada instante es un milagro de paz. No desperdiciemos los instantes: vivamos con valentía. Y demos gracias por todo lo bueno que hay en nuestra vida.
Y tú... ¿cómo habitas tus dolores?
Buen inicio
de semana
valientes
tortugas mágicas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario