lunes, 28 de julio de 2025

elegir...

 ... ser una buena persona.



El ser un ser virtuoso no implica otro compromiso que con la excelencia y con la bondad en todos nuestros haceres. En conjunto. Lo que hacemos por nosotros, lo que hacemos con otros, lo que hacemos por todo lo que nos rodea. Y si bien la represión no es camino alguno para ser noble: tampoco las perversiones deben ocupar un lugar en nuestra vida. Distinguir la diferencia es, hoy en día, nuestro trabajo ético por excelencia.

El primer gran paso es elegir ser una buena persona y enfrentar interrogantes que cuestionen nuestro modo de ser y actuar. El segundo paso, imprescindible, es reconocer en el otro una vida tan digna como la propia para contribuir a la vida común y aprender a tratarnos todos con respecto. Así comprender que los seres humanos no somos útiles. A la vez que vamos comprendiendo el sentido de nuestra existencia sin violencia y sin violentar los lugares que habitamos. Encontrando un sentido profundo al curso de los acontecimientos y a la presencia de la naturaleza en nuestras vidas. Sumado a nuestras creencias de fe y ejercicios vinculados a nuestra espiritualidad.

Es un camino que no se agota.


Y tú... ¿renuncias al odio y a las perversiones?






No hay comentarios: