... y precaución.
Queridas tortugas, hoy les voy hablar sobre lo triste que es nuestro mundo humano. Debemos aprender a endurecer un poco nuestros caparazones. Porque si bien yo escribo cosas lindas desde el fondo de mi corazón de cuáles son los caminos del buen amor, de la bondad, del bien hacer. Estamos siempre expuestos a las maldades de las personas que han decidido vivir estafando a otras personas. Una práctica tan antigua en la historia de la humanidad. Si usted recibe una notificación de gasto no reconocido vía teléfono celular, haga caso omiso y corra en persona al banco para cualquier aclaración. Porque son personas muy astutas las que están abusando de las precauciones que uno ha aprendido a tomar para evitar estafas, te enredan con falsos códigos o te pescan pensando en otras cosas y con mucha aprehensión por evitar calamidades. Logrando fácil tú confianza inmediata. Y sólo si uno vive con la coraza bien puesta y siempre previniéndose de ser engañado logra librarse de tales personas. No se dejen engañar amigas tortugas. Hay quienes prefieren ser tiniebla y nunca luz. Es triste. Pero más vale aprender a prevenir.
Ojalá algún día la honestidad sea hábito y costumbre para todos por igual.
Y tú... ¿amas la honestidad?
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