...social.
Nuestra identidad social es mucho más que nuestra autonomía personal. Es nuestra cara al mundo. Una faz que se teje a través de los ojos de quienes nos conocen y nos acompañan. Tan fundamental como nuestro rostro íntimo. Es una gran responsabilidad. Y el respeto es un gran deber para con quienes son parte de nuestras vidas. Porque cada uno de nosotros es, a su vez, parte del tejido de un otro que confía en nuestra verosimilitud, solidaridad, generosidad, empatía y justicia.
Hoy, además, les quiero compartir un breve párrafo que escribí en mis avatares por encontrar empleo. Para mí un empleo es mucho más que una obligación. Es un derecho humano basado en la motivación humana más noble: el trabajo. Un trabajo no es sólo una gran responsabilidad: es la oportunidad para pertenecer a una comunidad, retribuir a la sociedad, ser orgullo entre personas cercanas y estar satisfecho con uno mismo. La plena realización de la vida humana merece cosechar los frutos del esfuerzo. La colaboración entre pares es una forma digna de crecimiento personal. Trabajar siempre es motivo de alegría. El empleo formal y remunerado es un modo de vivir y la forma de subsistencia por excelencia.
Y tú... ¿cómo cultivas tu identidad social?
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