...existencial.
En el camino de la vida, la existencia se vuelve una interrogante. A veces, nos interrogamos sobre nosotros mismos. Otras veces, cuestionamos lo que acontece a nuestro alrededor. Tanto como nos preguntamos sobre la vida de las demás personas. Existe una duda constante acerca de la existencia. De lo que comprendemos y de lo que no entendemos. Y de este modo, a través de las respuestas que nos damos a nosotros mismos y los criterios que formamos, vamos dando forma a nuestra cotidianidad. A veces, nos conformamos. Otras veces, nos exaltamos. Y también nos sorprendemos. O, simplemente, somos indiferentes. Tenemos opiniones y construimos certezas. Así como nos rendimos ante lo incomprensible. Al final del día... preservamos nuestra existencia en nuestros términos y con base en nuestra escala de valores. Ciertos de nosotros mismos y de nuestra vida.
Pero qué significa la certeza existencial. Esa fuerza que nos motiva cada día a construir un camino vital. El aliento que nos levanta cada mañana. La esperanza que nos alberga salvos. El hacer que nos da cabida. El pensar que colma de motivos nuestro hacer. El objetivo que le da sentido a nuestros logros. El logro que conforma nuestros sueños. La experiencia que alimenta nuestro deseo. La monotonía que toma el ritmo de una rutina para cumplir a cabalidad nuestro día. El entusiasmo que renuncia a la inercia para no agotar nuestro día en la monotonía. El deseo que colma de experiencias nuestra plenitud. Esa certeza que nos libera de la duda y nos permite estar en paz sin necesidad de interrogarnos.
Y tú... ¿existes con certeza?
¡Feliz luna nueva!
Que el inicio de semana
junto con la llegada
del otoño
sean colmados
de magia de tortuga.
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