lunes, 22 de septiembre de 2025

mágica...

...dulzura.



Los sentimientos más nobles gozan de la suavidad de la seda. Con ternura y dulzura se viven los momentos felices. Los más íntimos. En el fuero íntimo también es importante aprender a ser amables con nosotros mismos. Dejar el enojo de lado y desterrarlo de nuestras vidas. Aprender a dialogar con respeto hacia nosotros mismos. Por no mencionar que, dada la violencia que predomina en el mundo, nos debemos a nosotros mismos ser semillas de sentimientos nobles. Los cuales harán cada vez más falta para revertir las causas, efectos y consecuencias de la barbarie generalizada. La cual tendrá fin, tarde o temprano. O al menos no podemos renunciar a tal anhelo. Y depositar un granito de arena...con dulzura y ternura.

Las prisas cotidianas y las preocupaciones nos hacen olvidar la suavidad. La vanidad y el capricho nos hacen privilegiar el encono. Y alzar la voz. Cuando en realidad: se puede ser enérgico sin violentarse a sí mismo. Se puede sentir indignación: sin rudeza. Y se puede aprender de las emociones que conllevan serenidad. Incluso para expresar lo que disturbe nuestro humor. No son tiempos de gritos ni agresiones. Son tiempos de promover la paz en todos los rincones de nuestra vida. Detener la violencia y erradicar los odios comienza por nosotros mismos.

En una era convulsa e insegura no renunciemos a ser parte de la solución. Cuidemos de nosotros mismos. Seamos serenos y calmos.


Y tú... ¿vives con ternura?



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