martes, 22 de noviembre de 2016

el entusiasmo...

de una amistad.



Ésta es en cambio la historia de un viejo rostro que se confunde con un tiempo perdido. Parece que es familiar y siempre se esfuma entre el ímpetu de su necedad. ¿Será temor...? Ciertamente no. Es simple egoísmo ciego. Pero el hada se pregunta ¿por qué me inquieta tanto este rostro cercano? Distraído e incluso confundido. Cuya mirada es al mismo tiempo completamente ajena y desconocida. Es casi una aporía.

Y en medio de esta interrogante el hada se encontró con un búho azul hecho de mariposas... dime amigo que habitas mis sueños: ¿por qué descubro esta sombra en mi acontecer? 

El búho mágico con suavidad y cierta compasión la acercó a un viejo retrato y ella sin esfuerzo sintió ese añejo sentimiento que no cesa. La certeza de su pérdida.

Esa larga ausencia de su mejor amigo... la que cambió su vida definitivamente. El rayo de muerte que partió su alma en dos por siempre. El ángel que la acompaña y cuya partida a la eternidad aún le causa dolor. ¿Es posible? se pregunta ella con extrañeza. Peli amado ¿será que no dejaré de lamentar no poder volver a verte? ¿Será que tendré que ir a tu encuentro?

Ésa es una decisión que escapa a mis manos... y en medio de este lugar que dejó el brillo de la luna en tu rostro, aparece este otro enigmático personaje. Que me llena de entusiasmo sin ser amor. Que me llena de vacío por no ser tú. Que me anima a vivir y compartir aun cuando su amistad me niega una y otra vez. Descubro en él esa luz que era solo tuya y derramaste entre todos quienes fuimos tus amigos entrañables. 

Ahora entiendo porqué rehuyo su presencia y porqué me lastima su consistente indiferencia. A pesar de que cada vez que se cruza en mi camino me colma de alegría y quisiera pasar horas charlando. Como cuando el tiempo se hacía agua cada tarde, baile, plática, café, abrazo, canción, risa, paseo en carro, broma, almuerzo, cena, cassette, queso, pan y vino, luna, concierto, estrella, atardecer, desayuno, Alangasí, chimenena, cerveza, tabaco, pasta, confidencia, carta, guitarra, vela, asado, baileys, sanduche, caminata, blues... pizza, parque, llamada por teléfono, césped, mochila, paseo, Andes, fiesta, libro, chompa, pañuelo, gafas, churos, película, lluvia [tacos, enchiladas y chilaquiles] Fito, cumpleaños, helado, graduación, 15 años, música, tarde melancólica, siesta, centro de Quito, bus, mirador, navidad, año nuevo, aeropuerto y flores...

¿Y si aprendo a dejarte partir de mi mirada? es muy probable que tú también logres descansar en paz en ese lugar mágico en el que espero te encuentres. Desde el cual puedas seguir riendo de las aventuras de la tortuga mágica... y cubriéndome con tu manto de protección que siempre me arropó cuando estabas vivo. Recordándome una y otra vez el verdadero sentido y significado del amor.


Y tú... ¿en quién confundes la presencia de tus almas ausentes?



En honor a las amistades
que ni la muerte puede borrar
junto con la certeza
de que tus manos
casi iguales a las mías
no dejarán de sostener mi alma.
Es por ti que aún respiro
a pesar de que te llevaste
un inmenso lugar de mi corazón.
Gracias.







No hay comentarios: