martes, 15 de noviembre de 2016

superluna...

hasta 2034...


La luna tiene uno de los poderes más enigmáticos... atracción, movimiento, calor y brillo de mar. Es un ejemplo de luz fría que logra vibrar dentro de nuestro corazón. Irradia el destello de su aureola sin otra cosa que el solo reflejo del sol. A veces parece que es ella quien le da su luz.

En la vida humana pasa algo similar: todos somos la luz que irradiamos gracias a la luz que reflejamos. Y en proporción con la distancia en que nos encontremos los unos de los otros, se compone una sinfonía de colores y vibraciones, una veces más armónicas que otras. Y ése es el calor que nos regala el abrazo de quienes más amamos. El entusiasmo de quienes nos hacen sonreír. La tristeza cuando alguien roba un pedacito de nuestro brillo sin compartir su reflejo. La felicidad cuando descubrimos la magia de sumar nuestra iluminación. 

Dicen que faltan 18 años para que volvamos a ver este alumbramiento de la noche de ayer: una vida entera. Si pudiéramos medir los años en lunas ¿cuántas lunas necesitaríamos para medir el tiempo de nuestra mente? El ritmo a contrareloj de nuestro cerebro se asemeja a la rotación a contratiempo entre la luna, la tierra y el sol. Probablemente bastaría una sola luna para descifrar el ritmo en que despierta nuestra conciencia...


Y tú... ¿puedes imaginar quién serás en el 2034?





No hay comentarios: