miércoles, 16 de noviembre de 2016

Leonard Cohen...

nos hereda una bella expresión de la melancolía de nuestro tiempo. 

Para quienes gustamos de su particular gusto por el desgarramiento melódico, de su voz y su sentir, es motivo de festejo y gratitud su partida. 

Quizá no sepamos con certeza los misterios que encierra cada una de sus canciones, o tal vez no siempre podamos comprender con precisión las consonancias y disonancias de su composición, pero baste su música para transportarnos a ese lugar secreto del corazón en el cual se guardan las huellas profundas de una vida que se atreve a cruzar las fronteras de sus propios límites para descubrir la experiencia del placer.

Partió con la luna llena y dejó la brisa de la lluvia para recordarnos que amar es lo único que logra conmover nuestra vida y que entregar el corazón es ser capaz de arriesgar todas y cada una de nuestras certezas. 


Y tú... ¿cómo te despides del ángel de su inspiración?





Feliz miércoles de lluvia, cielo nublado y nostalgias de ayer...
Un fuerte abrazo lleno de magia de tortuga.







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