lunes, 14 de noviembre de 2016

la fuerza...

de la verdad...


La magia de los nuevos encuentros consiste en la sorpresa ante las dimensiones desconocidas que puedan aún albergar nuestra vida. Creemos, sin darnos cuenta, que ya hemos vivido gran parte de todo lo que podría llegar a conmovernos. En cierta medida, para acotar nuestras experiencias al conjunto de significados que dan lugar a nuestro ser presente y cotidiano... Hasta que de pronto hay tantas otras vivencias, aún ocultas, a la espera de desvelarnos nuevos modos de ser... capaces de hacernos voltear la mirada hacia nosotros mismos, descubrir vibraciones de nuestra alma que habíamos olvidado o que nunca habíamos llegado a descubrir: y el llanto brota inexplicablemente. 

Un llanto que nos interroga sin cuestionarnos. Que nos conmueve sin atormentarnos. Un suave gesto que simplemente nos recuerda el agrado por la posibilidad de la palabra y la nostalgia por el filosofar. El quebranto de un ayer interrumpido y el aliento de un mañana posible. Justo ahí ... a través del breve resquicio de luz que todavía me permite respirar.

Queridas tortugas esto es lo que ocurre con la verdad... tiene tanta fuerza y es de tal naturaleza su ser... que difícilmente podemos escapar a sus designios. Siempre abre la posibilidad a que la realidad la arrebate de nosotros, sin embargo, hay un instante en el cual recibimos el don de reconocer de qué forma mágica la verdad y la realidad se calzan la una a la otra sin poder distinguirse por un momento: y ese momento...ese breve instante... es aquello que solemos llamar eternidad. 

Es el tiempo de los sueños... el mundo de las ideas... el reino de los fines... o quizá solamente es un nuevo tiempo para el despertar de nuestro corazón.



Y a ti... ¿quién te conmueve?




No hay comentarios: