miércoles, 24 de julio de 2019

silencios...

... que laten.



Las palabras son el ocultamiento velado de nuestros sentimientos y pensamientos. Existe una pausa breve antes de cada palabra. Que define la forma en que nos expresamos.

Nuestros esfuerzos por comunicarnos se cifran en el deseo de poder compartir la persona que somos en esa breve pausa. Nuestra capacidad de la intencionalidad con que nos expresamos nos hace otros en nuestras palabras. Lograr no extrañarnos de nuestra esencia al hablar es el lugar de la verdad interior. La dulzura es reconciliación con nosotros mismos y la expresión violenta: la batalla interna que libramos por lograr expresarnos con claridad. Por sentirnos comprendidos.

Nuestras charlas están habitadas de silencios que suelen decir más con una mirada que con cualquier palabra. Silencios compartidos que nos regalan la posibilidad de volvernos uno con nosotros mismos y con el otro... con tan sólo tocarnos. Sin temor. Lo que sentimos nos define... y el intento de decir en palabras, a veces, roba un pedacito de su intensidad... por eso cuesta tanto expresar nuestros sentimientos. Necesitamos estar seguros de poder vivir con tal intensidad. Que se recupera entera una vez que afrontamos nuestras verdades a través de otra mirada. Y aprendemos a vivir sin secretos.

La música, en cambio, nos devela el ocultamiento de la palabra hecho canción. La ebullición de nuestros sentimientos hecha armonía.


Y a ti... ¿te gusta cantar?


¡Feliz miércoles!
Abrazo lleno de magia
... de tortuga.


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