De manera inusual se tiene previsto un gran festival cultural, y discurso oficial en cadena nacional incluido, esta tarde para festejar el triunfo electoral de hace un año... en tiempos de gobierno. Me cuesta encontrar la lógica institucional de este evento. Como me parece desmedido usar los medios de comunicación con tal arbitrariedad, del mismo modo en que se hizo el día de la toma de posesión.
Los y las ciudadanas merecemos la libertad de escuchar aquello que nos importa e interesa por propia voluntad sin que las autoridades decidan por nosotros qué escuchar y cuándo. Hay esquemas ya previstos para brindar informes de resultados. Y contamos además con las conferencias matutinas para seguir paso a paso las acciones de gobierno. Por lo que se siente un poco abusivo e intrusivo. Un tanto autoritario por parte de quienes hoy detentan los distintos cargos públicos. El insistir en hacer del proselitismo un ejemplo de "buena" política.
Por qué las nuevas autoridades no quieren respetar nuestra libertad para opinar y festejar... de disfrutar del modo que cada quien elija: las buenas obras. En espera de que todos podamos realmente palpar con nuestras manos los nuevos beneficios tan pregonados durante precarios seis meses. Por qué imponernos un modo de ser y sentir. Meternos a todos en una caja de zapatos que se lleva y se trae y se coloca en donde quieran vernos aplaudir. Es de muy mal gusto el acto de hoy. Es incongruente con la política de austeridad. Sabe a revancha y triunfalismo trasnochado.
Y tú... ¿prefieres obras o bailongo?
Feliz semana de eclipse solar
queridas y mágica tortugas.
Y recuerden...
México existe
al margen de los gobiernos
en turno.
Tenemos instituciones...
sin nombre ni apellido.
Tenemos fechas para celebrar
con base en la historia que somos.
Hagamos futuro
sin destruir nuestro presente.
¡Viva México!
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