Folía es un lugar en donde las hormigas compiten todos los días para quedarse con la tanda de comida que entre todas recolectan en el hormiguero. El Dios del pie invisible camina entre las hormigas eligiendo cuáles llegarán a la competencia y cuáles no. Con su pie invisible pisa a aquellas que no lograrán la meta, ellas, como no pueden ver su pie, no pueden evadir la pisada. Así que no importa cuánto se esfuercen... su vida depende del pie invisible del Dios.
Este Dios es un dios con serios desórdenes psiquiátricos. Padece profundas depresiones que se manifiestan en trastornos bipolares severos, hay días que amanece obsesivo compulsivo, otros días lo invade su faceta esquizofrénica. La suerte de las hormigas está trazada por
alguien que un día tiene complejo de hormiga y al día siguiente se cree el dios más perfecto de todo el universo. En cualquier caso, de manera errática e incongruente esparce sus pisadas sin voluntad o decisión, en tal caso, sin ninguna responsabilidad.
Pero las hormigas de Folía no saben esto. Ellas creen que las pisadas son justas, se adjudican culpas entre ellas, se castigan, se juzgan, unas se sienten superiores a otras... e incluso hacen teorías al respecto. Las que sobreviven están convencidas de que no son pisadas por ser las mejores.
Una de estas hormigas vive debajo de una piedra oculta junto a un árbol en donde el pie invisible no logra pasar. Ahí escondida, muerta de miedo por ser descubierta o invadida por las otras hormigas, tiene una teoría teoría. Convencida de que es todavía mejor que todas las otras... y que por eso escapa a la pisada invisible, así, repite y repite su teoría teoría.
Hasta mañana... visiten la MAGIA DEL PAY, la HAZAÑA DE LA ARAÑA y la LUZ DEL SABER.
Gracias por sus comentarios.
mlojiux@yahoo.com
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