domingo, 20 de abril de 2008

dios atrapado

En el mundo, habitaba Dios. Su conciencia veía todo lo que en él ocurría, como fuera de él. ¡Había tantas cosas que no comprendía! Deseaba que los seres humanos fueran diferentes. Y escondido, como se percibía, dentro de una cueva oscura llena de destellos y luces de colores, gritaba, lloraba, pataleaba. Se sentía atado de piernas y manos. Y, con furia, reclamaba que los problemas del mundo no encontraran solución. Tenía mucho miedo de ver el mundo desaparecer.

Lo que él no sabía, siempre ha habitado solo ¿quién podría decirle?, es que él tiene la solución. Cada vez que grita, llora, patalea y reclama, surgen desastres e injusticias, desdichas y guerras. Pues él ... es el mundo. Si lo supiera, bastaría su felicidad.



Y tú ¿cuántas veces has visto tu miedo actuar?

Hasta mañana mis queridas tortugas y, en esta luna llena, les deseo una semana de feliz calor.


No hay comentarios: