domingo, 17 de noviembre de 2024

amanecer...

 ... azul.




En el pasado hubo quienes admitían su convicción en las almas gemelas. Aquellos seres que al encontrarse encienden la llama, que no de la pasión, sí del fuego de la vida eterna. Sin saber cómo esto es posible. Sin desafiar a la muerte. Sin interrogarse. Simplemente personas abiertas a la voz de su caparazón de tortuga mágica: Con escucha honesta, y sublime, al latido de su corazón y con el alma entregada a la divinidad. Son quienes intuyen que para que el universo nunca desfallezca se necesita avivar su esencia más pura... con sólido amor.

En el presente hay quienes anhelan fervientemente encontrar a su alma gemela: como el único resquicio posible para comprender el misterio de la vida. Simplemente personas que confían en que hay una persona destinada para construir juntos una misma fortuna. Con Fe en la vida. Son quienes saben que para que su universo individual sea pleno: es imprescindible comprometerse con su carácter más sólido y con el amor verdadero. Porque el sueño de un futuro posible sólo se vuelve real cuando descubren la certeza de encontrar a quien los sepa, en verdad, comprender.

En el futuro... si bien los acontecimientos son desconocidos. Cuenta la leyenda que cuando dos almas se visten de azul, descubren que el arcoiris brilla en verde y el rojo se vuelve amarillo. Amén.



Y tú... ¿confías en tu destino azul?



Domingo de Paz...
con verdad.
¡Hasta mañana!





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