jueves, 21 de noviembre de 2024

revolución...soberanía... Filosofía y

 ... santos Remedios.



El acontecer de esta semana me impidió escribir en tiempo y forma. Existen personas que no respetan ni consideran la vida personal de cada individuo. Personas necias que insisten en interrumpir el bien hacer, los buenos hábitos, la rutina, la disciplina, la vida misma. ¿Conocen a ese tipo de gente? Quienes no consideran más que sus caprichos, necesidades, prioridades y egoísmo. Personas que no saben que: NO es NO. Que un ADIÓS es un ADIÓS. Y que la vida de todos los seres humanos es igualmente válida. Personas que subestiman o consideran de menos valía a su gusto a quienes les disgustan. En resumen, e insisto: personas que no saben el significado de la palabra respeto y/o dignidad humana. Personas sin valía ni honor. Tiranos.  ¡Vaya!... los ACOSADORES: y en resumen... también los torturadores. Todo aquel ser humano que no comprende el límite entre su mente y la conciencia de otro ser humano. El límite entre su cuerpo y la voluntad de otro cuerpo. Las personas sin individuación social. Quienes encunan y encarnan todos los tipos y modos de violencia.  Personas sin ética. Sin moral. Los que no tocan la puerta ni llegan con invitación a casa ajena. Los que no tienen educación. Ni costumbres. Los sordos al entendimiento humano. Los ciegos al razonamiento y al diálogo. Los prepotentes. Las personas que representan mucho de lo que no debiese ser más parte del mundo. Para quienes vivimos con bondad, honestidad, con honor y con lealtad. Para quienes sí tenemos valores. Y sí respetamos a los seres humanos.

Yo, definitivamente, no soy de esos asquientos prepotentes, más bien y todo lo contrario: soy una mujer de principios. Peco de generosidad y comprensión hacia las demás personas. Sin embargo, a mí muy pocas personas me aprecian. Y desde que tengo uso de razón debo interrumpir mi vida y mis planes para dar paso a necesidades de otros. Hoy estoy harta de que no se me respete. Y se me obligue a ocupar mi tiempo en lo que no me es relevante e incluso me lastima. Cuando soy feliz, mi vida es plena, mi rutina está construida de actividades de crecimiento vital que no cesa, vivo decisiones en proceso de maduración, tengo planes a futuro, me ocupan mis haceres cotidianos y la suma de todo lo que compone mi vida feliz: demanda toda mi atención y mi cuidado. Yo no tengo tiempo que perder. Menos en personas necias y egoístas (por no decir malvadas y atroces). A mí me ocupa la búsqueda de empleo. Tengo carencias materiales, realmente urgentes, que me obligan a ser muy exigente en todo lo que hago, cuidar muy bien mis gastos, llevar una cuenta muy precisa de mi presupuesto, etc., etc. Y todas estas absurdas distracciones de las personas ociosas sólo son un desperdicio: en todos los sentidos. Ya saben de quienes "ni lavan ni dejan lavar": los inútiles. Los falsos amigos, las falsas promesas. Las mentiras de quienes dicen que quieren brindar ayuda y las mentiras de quienes sólo buscan difamarte, calumniarte y etc., etc. Ya saben: los chismosos, mediocres y envidiosos. Francamente, a veces parece que el mundo está enloqueciendo. Pero yo...no. 

Por de pronto, entre la revolución y la soberanía hoy se celebró el día de la filosofía: al amparo de la virgen de los remedios y de la mano del día de la enfermería. Amén.


Y tú... ¿Cómo estás salvo de villanos, trúhanes, tiranos y/o delincuentes?




Feliz jueves.
Y que mañana
no existan un sólo mal...
que me impida continuar con mis
labores: con magia de tortuga
en este mi único BLOG: EL CUAL DESDE HACE MÁS DE 10 AÑOS 
sólo se ocupa del amor y la bondad.





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