lunes, 29 de octubre de 2007

dejar ir

¿Cómo dar inicio a lo que viene si no hemos dejado partir lo que ya terminó? Se preguntaba la tortuga mágica mientras nadaba en la laguna. A lo largo de la vida, ciclos se abren y cierran, como puertas de oportunidad que nos permiten transfigurar los rincones de nuestra existencia. A veces, a la vez, se abren dos o tres puertas, hay días en que no adivinamos ni una pequeña ventana. Algunas puertas, en realidad, son trampas de nuestra vanidad y puede ser que las rendijas sean el umbral al paraíso. La tortuga mágica descifraba el lugar al cual había llegado. No sabía si era tiempo de mirar atrás y ver su reflejo en el relato del pasado. Manteniendo inconclusos los caminos ya recorridos. Más bien, sentía que era hora de dejar ir los resquicios del ayer que ya no tenían sitio a su alrededor y que usurpaban el espacio de las nuevas puertas por descubrir... Y terminar para comenzar.

Dicen que tiempo y espacio son infinitos... lástima que el instante de la vida se cifra en un número contado de lugares y aunque en un solo punto cabe tanto que parece ser infinito, en realidad, nuestra tortuga mágica sólo puede habitarnos cada día a la vez. Podemos brindarle cada día nuevos territorios pero no podemos conservar todos los territorios para un mismo día... No importa cuánto nos aferremos a ellos... si no los dejamos ir, la magia de tortuga ya no encuentra cómo habitar ni en donde crecer.

Este territorio puede permancer casi idéntico por muchos amaneceres, pero eso no quiere decir que es el mismo...Quizá por ello cuando cambia nos es tan significativo, llama nuestra atención... Sin percatarnos que cuando parece el mismo no sólo está cambiando sino que nosotros nos hacemos otros dejándolo ir cada día para recuperarlo al despertar. Sin miedo a perderlo y sin miedo a descubrirnos dueños de nuestro territorio. Sin temor a terminar por el vacío de lo que ya concluyó y sin temor de llenarlo de lo que está aún por iniciar.

Nadando la tortuga en la laguna, supo que era tiempo de abrazar nuevos y más propios territorios. Y dejar ir todo aquello que entorpecía su abrazo. Dejar ir la demora inconclusa y recibir el ahora concluyente.

Y tú ¿qué quieres abrazar?


Tras días de rapto preparatorio dedicada a mi protocolo de investigación y dispuesta a dejar ir lo que cifra el territorio que de suyo era... la MAGIA DEL PAY acompaña a la HAZAÑA DE LA ARAÑA para serguir los senderos de la LUZ DEL SABER...

mlojiux@yahoo.com

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