martes, 23 de octubre de 2007

la mariposa feliz

Hay un planeta azul, en donde la naturaleza reina sobre los seres humanos, con su sabiduría brinda todo lo necesario para la sobrevivencia y, con mesura, equilibra los lujos y las creaciones humanas. Los seres humanos, con magia de tortuga, saben vivir sin destruirla, organizan su basura tan bien que ya no parece basura. Y ya no necesitan educarse para vivir en armonía entre ellos, simplemente saben hacerlo... de manera natural, sin esfuerzo. En este hermoso planeta, de paz y sol brillante, vive una oruga a quien los árboles no entienden.

La oruga estaba en el bosque, recorría las ramas de los árboles y ellos le preguntaban ¿por qué eres tan lenta oruga? Porque soy hermosa, contestaba. Ellos se miraban entre sí, asombrados... y pensaban ¡no se ha visto en un espejo esta oruga!... Entonces le preguntaban ¿por qué estás tan gorda? Porque voy a volar por todo el planeta azul. Ellos, sorprendidos... gritaron ¡volar! ¡apenas puedes moverte! Finalmente, volvieron a preguntar ¿por qué eres opaca como la polilla? Porque brillaré de colores ¡Jajajaja! Exclamaron los árboles.

Todos reían al escuchar a la oruga. Algunos insectos sentían lástima... pensaban ¡probre oruga, no se da cuenta de quién es! Las aves se desesperaban cuando la escuchaban y juzgaban que era arrogante al pretender volar. Los reptiles la calificaban bipolar al creerse hermosa. Los felinos no imaginaban cómo algún brillo la haría lucir. Y los gusanos envidiaban sus ilusiones. Sólo la tortuga, la tortuga mágica, descifraba sus palabras y la acompañaba en su lento y sabio andar.

Ella, sin embargo, no perdía la paciencia... se dedicaba a su espera, se alimentaba con deleite, cantaba, bailaba, sin importar si sólo veían su lentitud, su gordura, su opacidad. Ella confiaba en saber quién era y cuál era su destino. Se preocupaba por sobrevivir. Sonreía, aunque nadie lo notara y, metida en sí misma, vivía su metamorfosis. Sin temor al largo proceso, sin dudas sobre la importancia de aguardar y conocer todos los rincones de su "caparazón". Era feliz, aún en esta etapa, aparentemente opaca... Nadie entendía por qué era feliz y algunos, incluso, estaban seguros de que ella fingía, cuando veían, desde su superficialidad, que la oruga estaba abandonada a su torpeza. Pero la oruga estaba tan interesada en ser y sentirse que no se enteraba de nada, ni siquiera le importaba... Ella tenía fe en su propio camino.

Un día, finalmente, la naturaleza abrió sus alas y le dio el mensaje de libertad. La recompensó por su espera y le brindó todo lo que sabía en sus sueños. Ella voló y recorrió todo el planeta azul... se vistió de colores y a todos el día alegró. Con su ligereza y soltura, casi sin esfuerzo... todo le venía dado con suavidad y dulzura... Algunos se preguntaban, cómo lo hace... parece que nada la afana, sólo libre es y bella irradia luz de colores... Quién es este animal que vibra con el viento y sigue su viaje con ánimo de sonrisa... Que mueve sus alas al compás de la música como si su baile fuera eterno. ¿Quién es? Es la mariposa feliz.

Y tú ¿quieres volar?

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la mariposa gana su belleza gracias a la paciencia de la oruga...
Aforismos y ángeles ... al final de la página
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