jueves, 4 de octubre de 2007

encuentros con magia de tortuga

Esta noche, después de un día de extenuante calor en el Distrito Federal... medio deshidratada y agotada de sentirme en la playa pero tan lejos del mar, me preparo para una larga jornada de estudio sin antes contarles un poco de esos encuentros de tortuga que nos sorprenden de cuando en vez.

Algunos largamente esperados y cuidadosamente planeados, otros al cruzar una calle y mirar de reojo la esquina que dejamos atrás, los hay que llegan a tu puerta u otras veces eres tú quien acude al sitio donde podrás sorprender a tu tortuga mágica. Habrá quien lo llame azar o casualidad, para mí hay cierto destino en el azar de una casualidad inimaginada. Muchos prefieren la certeza de ser quienes deciden, programan y calculan cada uno de sus encuentros. Hay quienes se deleitan en la espera y en la postergación o quienes desesperan ante cualquier imprevisto. A otros... les entusiasma lo inesperado. Pero pocos pueden librarse de alguno de estos encuentros. Instantes capaces de cambiar tu vida por completo. O que te ayudan a despedir aquel tiempo que se ha marchado. Algunos sólo evocan el recuerdo de todo lo que pudo ser y se quedó, condensado en alguna dimensión paralela del tiempo, colapsando sin terminar de desaparecer. A veces, son el nacimiento de una nueva amistad. Y nunca sabes cuándo estos encuentros te regalarán el amor.

Son tan inciertos y enigmáticos que rehuimos apresurados en nuestro presente para no descubrir rastros de un futuro anticipado. Cerramos la puerta y volvemos a la realidad. Con temor de que nos roben una parte de lo que somos, con deseo de recuperar un pedazo de lo que fuimos, con intriga sobre si podrán conservar, las voces ausentes, algo de nosotros para mañana. Buscando respuestas pero sin querer descubrir que quizá no haya respuestas. Dejando abierta la incógnita que nos permite imaginar las cosas como queremos. Cerramos la puerta y nos despojamos al camino de la nostalgia y del olvido.

Pero cuando accedemos a éste instante, abrimos los brazos al encuentro que nos devuelve la llave de nuestro corazón. Para recuperar el vuelo libre hacia nuestro puerto de vida.


Y tú ¿qué puerta quieres abrir?


Felices sueños de encuentros y mágicas tortugas.

Reciban la MAGIA DEL PAY y conozcan LA HAZAÑA DE LA ARAÑA acompañados de la LUZ DEL SABER. Hasta mañana.

mlojiux@yahoo.com

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