...y completud.
Es peculiar el modo en que se engarza en nuestras vidas lo vacío de certezas y lo lleno de realidad. O lo vacío de realidad: las carencias. Y lo lleno de certezas: la completa realización de todo lo que sí poseemos o está en nuestras manos alcanzar.
Existe una dialéctica constante entre nuestras satisfacciones y nuestras ocupaciones cotidianas; de tal suerte que damos sentido al trabajo y al esfuerzo. Tanto como recibimos el descanso y la relajación. En aras de nuestro bienestar.
Es importante no dejarnos vencer por la premura ni las prisas y aprender a vivir en calma... incluso si atravesamos alguna calamidad.
Mientras preservemos nuestro carácter y sanemos nuestro caparazón estaremos completos en certezas para afrontar la realidad. Sin temores.
Y tú... ¿distingues de qué careces?
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