sábado, 30 de agosto de 2025

fluidez...

 ... y partitura.



Al ritmo de la música se escriben las letras más hermosas. Con el fluir del viento se sienten las palabras que narran cualquier correspondencia. La simpleza y la sencillez se pulen con los años. El acierto en la sintaxis es el sello de un estilo propio. Pero lo más relevante siempre será el significado. La comunicación. El lograr transmitir un mensaje.

Al hablar también conjugamos sonidos musicales para expresarnos con el fin de hacer latir otros corazones y compartir nuestras soledades. Cada palabra encierra un sentido y dota de alegorías los sentimientos que nos habitan. En nuestro encuentro con el otro. Alguien cuyas palabras nos conmueven y le dan sentido a nuestra vida: al escuchar. 

Tanto en la escritura como en el habla el lenguaje nos determina como seres pensantes capaces de amar. Es así como la amabilidad deviene en una gran virtud. La sonrisa se abre como las puertas de nuestra alma. Y nuestros caparazones aprenden la dicha de sentirse unos a los otros en consonancia y armonía. Con tenue dulzura.

Lograr transmitir un mensaje encierra la cadencia del agua en su transcurrir cual caudal suave. De ahí que la certeza de la escucha sea todavía más gratificante.


Y tú... ¿aprecias la interlocución?



¡Hasta pronto
mágicas tortugas!


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