viernes, 25 de enero de 2008

el gato y su psiquiatra

Había una vez, una montaña color anaranjado-cobre, llena de cascadas con agua color verde cristalino. A esta montaña acudían el gato y su psiquiatra. Recorrían todas sus cuevas en bicicleta y se deleitaban bajo el agua de la cascada. Al llegar a la cima, tras admirar la vista y respirar con profunda satisfacción el aire puro, empezaban a disertar sobre la psique y la salud.

El psiquiatra aconsejaba al gato, lo escuchaba atentamente, imaginaba lo que era estar en su lugar, orientaba el manejo de sus emociones, comprendía su pesar, medicaba su dolor, cultivaba su cordura a través de una palabra sabia y entera. E incluso toleraba sus excesos al hablar y algunas manías hipocondriacas de su paciente.

Un día, al llegar a su lugar de calma y habla... el psiquiatra se preguntó ¿y tú, gato, qué haces cuando no vienes conmigo a esta montaña?

Me ocupo de ti, te escucho, te acompaño, siento tu dolor, experimento tus emociones... contestó el gato.

Pero ¿por qué haces eso gato?

Para que, cuando subamos, tenga qué contarte.


Y tú ¿eres gato o psiquiatra?

Buen fin de semana mágicas tortugas!!!

Gracias con magia de tortuga
por los sueños cumplidos
que le has regalado a mi vida.

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