aconteceres...

 ...mundanos.

A lo largo de este año hemos visto un mundo polarizado. La angustia por la inseguridad que tanto golpea a los países de la América Latina. Las guerras. La desfachatez política. La falta de diálogo. Protestas. Cambios drásticos en el orden internacional. Elecciones presidenciales y giros de orientación política. Sin escatimar en los fragmentos de un mundo roto que muestra su rostro cada día. Sin rumbo. Sin duda, hubo talvez buenas noticias. Pero en el imaginario social predominan los escenarios de violencia y desamparo. ¿Qué podemos esperar para la próxima vuelta al sol? Al menos... ¿cuáles podrían ser nuestros deseos para con el mundo del cual somos parte? Cada quien tendrá su propia opinión y percepción. Sus propios deseos para la vida común.

A mí me ha ocupado la inquietud sobre la dificultad para respetar la diferencia. El aprender a escuchar. Toda situación política o social viene acompañada de un sinnúmero de percepciones y opiniones. Algunas contrarias entre sí. Pero porqué permitimos que tales opiniones nos distancien entre nosotros llevándonos al punto de la intolerancia. Cuando son interrogantes abiertas para el diálogo compartido.  Cuando se trata de eventos, en la mayoría de los casos, que están fuera de nuestro control. De los cuales no somos responsables. Ojalá este año en puerta sea un espacio vital menos polarizado. Que, al menos, las y los ciudadanos sepamos ser prudentes y coherentes ante el acontecer. Que la violencia cese. Que los conflictos bélicos terminen. Que hundir barcos en el océano no sea algo normal, que no ocurra más. Que los líderes mundiales encuentren soluciones en armonía con el desarrollo digno de la sociedad. Yo deseo para el 2026: vida digna para todos por igual.

Y tú... ¿qué le deseas al mundo el próximo año?

Buen fin de semana.