...virtuosa.
Muchas veces nos atrapa la impaciencia en el acontecer de nuestras vidas. Queremos que todo ocurra de inmediato. Que lo que toma tiempo sea más breve. Aspiramos a la celeridad. Sin embargo, la vida tiene una gran cualidad: la paciencia. Esa disposición a la sabiduría en donde comprendemos que todo necesita de un periodo de maduración.
Ser paciente es mucho más que una espera o que un saber esperar a que las cosas se cristalicen. Es la forma en que nos disponemos a vivir las esperas lo que caracteriza la paciencia. Incluso el disfrute del trayecto por más lento o complicado que parezca. Si miramos con detenimiento, vivir requiere de mucha paciencia. Ser paciente con uno mismo es quizás lo más difícil. Nos exigimos un sin número de menesteres personales y luego nos frustramos ante el proceso de la consecución de nuestros fines.
La paciencia es certera compañera para tomar buenas decisiones y ser asertivos en nuestro actuar. Vivir en calma es una virtud que a veces no se valora suficientemente. Encontrar un ritmo calmo que abra cauce a los acontecimientos certeros es un regalo del esmero personal en crecer como personas. La paciencia también nos hace generosos con las demás personas y nos brinda un balance positivo para medir nuestros logros.
Y tú... ¿eres paciente?
Buen martes
estimadas
tortugas.
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