jueves, 21 de febrero de 2008

canto de amor

Dormía una princesa en el fondo del mar. Mientras soñaba, el mundo giraba y todas las cosas ocupaban su lugar. La acompañaba el canto del mar que los caracoles acurrucados en su oreja guardaban para sí. En la arena sobre la que yacía se ocultaba el tesoro de sus sueños, en espera del día que tuviera que despertar a la vida. Así, no olvidar su destino, su aprendizaje y su capacidad de seguir soñando despierta. El tesoro crecía con los años, todos sus amigos del mar despositaban en él confidencias y anhelos. Como mensajes que la princesa debería compartir con los seres que viven a plena luz del sol. Nadie sabía si sería un mago, un príncipe, un ángel o un guerrero quien tuviera la misión de despertar a la princesa del mar. Tampoco ella distinguía si sería un caballero galante o un explorador aventurero. Era un hombre fuerte que sólo debía saber entregar su corazón en el fondo del mar. Todos esperaban aquel día en que, al fin, sueños e historias podrían salir de las profundidades del océano para ser canto de amor y, al ritmo de caracoles de plata, brillar. Mientras tanto, al dormir y soñar debían hacer al mundo girar.



Y tú ¿guardas tus sueños de mar?


Dulces sueños mágicas tortugas de mar!!!


¡Feliz cumpleaños
Geraldine!
Querida prima
y bella princesa.


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