martes, 5 de febrero de 2008

el buen soberano

Buenos días queridas tortugas:

Esta mañana, un poco madrugada e intrigada por los designios del corazón, antes de contarles la historia que elegí para hoy, voy a compartirles un poco de mi incertidumbre.

¿Ustedes creen que podemos descifrar sentimientos en quienes queremos e, incluso, que podamos descifrar los nuestros propios? al grado de tener certezas que ofrecer o estar ciertos de saber de quienes se acercan a nuestras vidas... Es decir, aparentemente, hay señales claras de interés o desinterés, hay códigos comunes de entendimiento, lenguajes no escritos que cada quien interpreta como sabe. Sin embargo ¿son las señales, los códigos y lenguajes ocultos, lo que nos lleva a confiar en otro ser humano? Más aún ¿uno decide querer y sentir? No lo sé. Durante largo tiempo he creído que compartir con otro ser humano es más un acto de fe que algún tipo de certeza. Por ello, si alguien no nos acompaña, no es porque le falten las certezas...lo que ha perdido es la fe.

El buen soberano es un hombre que sabe asumir la responsabilidad de llevar a cabo lo que es preciso para el desempeño de los asuntos comunes. No cualquiera puede llevar tal insignia. Hay quienes piensan que es una cuestión de "profesionalización". Lo cierto es que mientras más profesionales tenemos... peor se desempeñan los asuntos comunes.

Estaba el buen soberano sentado en un hermoso jardín, al cual acudían todos los miembros del reino animal.

Llegó el león, lleno de sensaciones porque había perdido su caballo de plata, el buen soberano lo miró con asombro y le dijo: lo que pertenece a tu fuego es sólo tuyo y nunca podrás perderlo, sólo si el caballo no era el tuyo pudo haberse extraviado, así que no debes tener pena o preocupación, él sabrá guardar tu fuego, sólo recuerda no abandonar su caricia, pues puede pensar que ya no le quieres para ti.

Llegó la luciérnaga ciega, llena de dolores y achaques porque no terminaba de construir su casa, el buen soberano consternado le preguntó: ¿cuántas veces la has destruido para volverla a construir? 1435?? por qué luciérnaga?? "Lo que pasa es que no ha quedado perfecta, una vez que la termino me doy cuenta que pudo haber sido de otro color, de otro tamaño, que puede ser otra y mejor" ¿Pero no crees que es mejor hacer otra nueva que destruir tu propio trabajo? por qué luciérnaga... por qué te obligas a trabajar sin frutos?? vendrá el ocaso y nada de tu esfuerzo podrás mirar o disfrutar... nada te pertenecerá... ni una sola idea tuya será... "Lo que pasa es que de tanto hacer, corregir y deshacer me he vuelto ciega... completamente ciega" -respondió la luciérnaga.


Llegó el pájaro carpintero, taladrando oídos, árboles e irrumpiendo con ruido y tormento, el buen soberano, amable y sonriente dijo: estimado pájaro carpintero, está haciendo un muy buen trabajo, qué le parece si viene conmigo y se concentra únicamente en aquel árbol a lo lejos, en donde el ruido no rebota y del cual madera y rezina estamos tan necesitados hoy. El pájaro carpintero, feliz de sentirse escuchado y encontrar su propio lugar, con orgullo y compromiso cumplió su labor. Al ser reconocido, su ruido pudo acallar y su melodía con gusto escuchar.

Llegó el grillo contento, cantando, y trajo consigo buenas noticias ¡mi querido soberano!! ¡al fin nos han dado un lugar para habitar!!¡ya podemos empezar nuestros proyectos!! El buen soberano, dichoso le contestó: no grillo, ya se han cumplido nuestros proyectos. Ahora tendremos que expandirnos y contarles a todos la historia de la tía bio y su tetera. Y, con tu canto, a todos convencerás.


Y tú ¿eres soberano?

Hasta mañana.

No hay comentarios: