Anticipando el nuevo día, colmada de energía, lista para dormir, ocupada en domingo con una tesis que tardó siete años en ver la luz y, en este mes, se dispone a convertirse en realidad. Comparto con ustedes emociones y sentires que han liberado este trabajo final. A mi favor, han sido siete años llenos en experiencias, trabajo, aprendizaje, vueltas y nuevos comienzos, pérdidas y cambios inesperados, fracasos y retos ante la frustación, errores, caídas y renacimientos. El tema se fue gestando en medio de todo ello y, de manera acelerada, acudieron a mí temas y proyectos acordados con el destino. Todo tan a prisa y colmado de tantas sorpresas y regalos que, en intervalos, he tenido que ir asimilando y preparándome para llevar a cabo el abanico de posiblidades que la vida abrió ante mí. Sigue habiendo tanto por hacer, que las horas me siguen faltando hoy para cumplir con todo lo que estos siete años han desencadenado en mi vida. Ha sido época de ardua siembra, espera y paciencia impensable. Y el trabajo apenas empieza. Pero sin el aprendizaje previo y la fuerza de vida que exigió llegar hasta aquí... no podría estar dialogando en este espacio con magia de tortuga. Gracias!! por todos los encuentros de tortuga, ángeles y hadas que guiaron mis pasos y tomaron mi mano en medio de la tempestad, me dieron su abrazo en los días de sol y acompañaron días de lluvia y trabajo. Poco a poco seguiré dándole a cada uno su letra en esta cómplice ventana cibernética. Gracias por su voto de confianza, paciencia y sonrisa.
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