miércoles, 6 de febrero de 2008

el diablo diabético

Buenos días tortugas! Antes que nada les quiero desear feliz año chino!!! Que la rata traiga promesas cumplidas, la resolución de aquellos problemas que más nos ocupan, nuevos retos y deseos, bienestar, calma y salud. E invoque un año ... intenso en vivencias y dichoso en plenitud.

Hoy les voy a contar un cuento de vida y azúcar. Mucho se habla de los cuidados obligados para una mejora de la salud y la calidad de vida. Vivimos la alarma de la diabetes como epidemia. Pero poco sabemos de las dificultades de vivir contando azúcar 18 horas al día. Poco se sabe, también, de las múltiples causas por las que esta enfermedad se desarrolla. Y aún sin padecerla, puede ser un fantasma en nuestra mesa.

Este era un diablo que todo el día traía antojo de algo rico, de algo dulce, de unas papitas, un chocolatito, un pan, unos tacos, un refresco, un vino, una cerveza, una pizza, una pasta, mucha cosa frita, pasteles, tortas. Nada saceaba a este diablo, mientras más comía y bebía, más hambre y sed tenía. Con el paso del tiempo, empezó a sentirse cansado y agotado todo el día. Era tan pesado, que su cuerpo no podía mover sin dificultad, todo le representaba un gran esfuerzo. Nunca hacía ejercicio y sólo comía y comía. Con el cansancio, llegó el mal humor, peleaba con todas las personas (que conocía y que no conocía) Se enojaba como fiera y sólo gritos arrojaba. Después, horas y horas lloraba sin saber siquiera por qué. Se sentía tan solo y hambriento este diablo, que el corazón se le agitaba con sólo pensar, jadeando hablaba y cada paso era una tortura. Sangraba sin parar, sus pies no podía con nada desinfectar. Vivía enfermo, infecciones de todo tipo encontraban guarida para encubar. Hasta que llegó el momento en que ni sus riñones podían funcionar. El páncreas con esfuerzo algo podía ofrecer, pero sólo con ayuda de medicinas y muchos cuidados. Y el higado?? qué pasaba con el hígado??

Qué enferma primero? la psique? el cuerpo? qué parte del cuerpo? qué enferma al cuerpo? Por qué prolifera y se desarrolla el diablo diabético?

En cada uno de nosotros habita un diablo diabético, no por ello todos estamos enfermos... La manera en que cada quien dialoga con él, lo cuida, lo alimenta, le brinda cariño y comprensión es lo que hace la diferencia. El puede vivir dormido y en paz, dándonos salud y contento. O dominar cada minuto de nuestra vida, contando azúcar cada tres horas. Llevándonos de la alegría a la tristeza en un instante. Colmando de locura nuestro cerebro. Quitándonos una a una nuestras funciones vitales.

Quien diga que basta la voluntad para sanar, si bien tiene razón, no está en lo cierto. Conocer de frente a nuestro diablo diabético, nos enseña, precisamente, que la voluntad depende del cuerpo tanto como el cuerpo de ella, si él se enferma ella se debilita, si ella se cansa él se enferma. Para sanar, es la voluntad del cuerpo la que hay que alimentar. No pensándonos enfermos, sólo amando sentirnos vivos y enteros. Escuchando a nuestro cuerpo, dialogando con él. Siguiendo el camino de su bienestar y en armonía con todas las energías que lo componen.

La diabetes no existe... lo que tenemos son millones de personas cansadas, solas y desalentadas que han olvidado escuchar su cuerpo, que han renunciado a su voluntad. El camino hacia la cura será preguntarnos ¡¡¿por qué tantos millones de personas están cansadas?!!!


Y tú ¿conoces a tu diablo diabético?


Hasta mañana y que esta noche la luna nueva, con magia de tortuga, abra los caminos de todos sus propósitos.


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